Fue una muestra del humor neoconservador, dentro del seminario internacional que reunió a diversas figuras de la derecha la semana pasada. El chiste lo contó al principio de su discurso Alvarito Vargas Llosa, uno de los autores del Manual del perfecto idiota latinoamericano e hijo del escritor Mario Vargas Llosa. Alvarito comentó que no tenía pensado hablar sobre medios de comunicación en el seminario. “Pero no importa, porque en una ocasión, en Guatemala, me invitaron a un congreso y me equivoqué con el auto que me venía a buscar y terminé en otro, rodeado de personas con mamelucos blancos. Era un congreso de bacteriología, así que durante treinta minutos hablé de las evidentes conexiones entre la economía de mercado, Hayek, la hepatitis B, el dengue. Lo peor es que al final me aplaudieron y desde entonces perdí un poco mi fe en la medicina.” Humor liberal, humor al fin.