Los productores rurales esperan concretar mañana un multitudinario acto en repudio a la política agropecuaria del Gobierno y amenazan con decretar un nuevo lockout, pero antes se apuraron a comercializar todo lo posible para que la medida de fuerza no les afecte sus ingresos. Ayer ingresaron al Mercado de Liniers 16.520 cabezas, el mayor volumen del año, y el envío de granos a los puertos de Gran Rosario continuó a un fuerte ritmo, según operadores del sector.

Habitualmente los viernes suelen ingresar al mercado de hacienda entre 10.000 y 12.000 cabezas, pero ayer se batió el record preanunciando posibles recortes en los ingresos para la semana próxima. Los ganaderos de la provincia de Buenos Aires enviaron 13.193 animales y el resto provino de Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, San Luis y Santa Fe.

En el predio de Mataderos atribuyeron la suba a inminentes medidas de fuerza que adoptarían los productores agropecuarios a partir de mañana. Una señal preocupante respecto de los envíos fue la remisión de 8640 ejemplares hembra, entre vacas de consumo de calidad, vaquillonas y conserva, un volumen que representa más del 50 por ciento del total de remisiones bovinas del día. La liquidación de vientres resultó más evidente que en ocasiones anteriores, ya que las vaquillonas remitidas a faena rondaron las 2100 cabezas, mientras que las vacas buenas y de calidad llegaron a 5200 animales.

La categoría de vacas conserva, desde que se reglamentó su exportación para elaborar productos termoprocesados, mantiene buenos niveles de precios y ayer también tuvieron elevada presencia en la composición de la oferta al aportar 1351 animales. Por su parte, la hacienda liviana para consumo aportó más de 6600 cabezas, entre novillitos, vaquillonas y terneros, que se comercializaron a precios promedio de 3,6; 3,5 y 3,7 pesos por kilo vivo, respectivamente. En total, durante los cinco días de operaciones se contabilizó la entrada de unos 43.025 para la venta.

En lo que refiere a los granos, la situación había comenzado a normalizarse a mediados de semana, luego del lockout patronal que se extendió por una semana. Según los operadores, el jueves ingresaron cerca de 1000 camiones a los puertos cerealeros de Gran Rosario, donde funciona el polo oleaginoso más importante del país, y ayer se indicó que las tareas de carga y descarga de los barcos se desarrolló con total normalidad, debido a que los productores desbordaron la capacidad de ensilado en el sector. También retomaron sus tareas habituales las plantas procesadoras de Dreyfus, Cargill, Molinos, La Plata Cereal, Nidera y Terminal 6, entre otras.

De este modo, los empresarios rurales aprovecharon la impasse que se abrió en medio del conflicto con el Gobierno para ponerse al día con sus ventas. Hasta el momento, el costo económico que les supuso la medida de fuerza es prácticamente nulo porque durante el lockout almacenan los granos en silo bolsa y apenas se retoman las negociaciones comercializan el stock sin inconvenientes. Otra es la realidad de aquellas personas que han sido perjudicadas por los cortes de ruta, el desabastecimiento y la inflación que generó la protesta rural.