Desde Rosario

Un grupo de jóvenes militantes del Movimiento Evita ascendió ayer hasta el mirador del Monumento Nacional a la Bandera, desde donde desplegó un cartel de unos cuarenta metros de largo con la leyenda “Fuerza Cristina” que colgó durante diez minutos, en clara muestra de disconformidad con el acto en protesta contra las retenciones que mañana hará el campo. La movida fue encabezada por el dirigente Eduardo Toniolli, quien señaló: “Venimos a expresar nuestro total desacuerdo con la decisión de las patronales agrarias de apropiarse de los símbolos y las fechas patrias, más aún cuando su única bandera es el usufructo exclusivo de la renta extraordinaria de la soja”. Y denunció: “Varios medios nacionales han reflejado que empresas de agronegocios y pools de siembra están poniendo colectivos a disposición de las entidades gremiales agropecuarias”. El intendente Miguel Lifschitz aún no definió si concurre al acto convocado por las entidades agropecuarias.

El viento les jugó una mala pasada a los jóvenes: impidió que la bandera se desplegara y la leyenda escrita con pintura negra pudo leerse sólo con mucho esfuerzo. Los militantes tuvieron que sortear antes otro obstáculo: los guardias de Gendarmería que custodian el Monumento les bloquearon el paso y recién los dejaron ingresar después de tomarles los datos y de una consulta telefónica.

Marina Magnani, una de las encargadas de desplegar la bandera, luego de ingresarla dentro de una mochila colgada de su espalda, explicó a Página/12 los motivos de la protesta: “Queremos manifestar nuestro apoyo en el escenario simbólico de los argentinos que es el lugar donde se hizo la Bandera por primera vez, queriendo expresar que hay un sector de los argentinos que no aparece en los grandes medios de comunicación, y que adherimos al proyecto presidencial”.

Los jóvenes repartieron, además, volantes que desacreditan a quienes protagonizarán el acto del 25 de Mayo, calificándolos como “empleados de las multinacionales Monsanto, Cargill, Bunge y Dreyfus”, cuya única bandera –según el panfleto– es “la rentabilidad”.

En otro párrafo, los manifestantes piden “perdón a Belgrano por la apropiación del 25 de Mayo”, en referencia a quienes eligieron el Monumento Nacional como escenario de un acto que el mismo gobierno central caracterizó como “el acto de la oposición”, del que participarán además de los sectores del campo, fuerzas políticas de signo contrario al partido gobernante a nivel nacional.

A unos doscientos metros de distancia, un grupo de operarios comenzaba a montar el escenario del acto nacional que los productores agropecuarios realizarán mañana: se trata de una estructura tubular erigida de espaldas al río Paraná.

Una duda que aún persiste es si el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, estará mañana sobre escenario. El jefe comunal todavía no lo decidió. “Lo definirá mañana (por hoy) con el resto del partido”, dijeron a este diario en su entorno.

Quien sí estará es el titular de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Angeli, quien hizo su propio análisis del fracaso de la reunión de los ruralistas con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Su evaluación fue que “el Gobierno quiere desgastar y dividir a las entidades” para “desacreditar” el acto de Rosario. De Angeli estimó que a esa concentración “irán 200 mil personas” y que finalmente se convertirá “en una asamblea”. El dirigente dijo que el Gobierno no aportó soluciones buscando que se renueven las protestas y los cortes de ruta “para que nos pongamos a la gente en contra”.