Desde Tucumán

Los estudios que le realizaron a Antonio Domingo Bussi indican que el represor no está tan mal como dice. Según pudo saber PáginaI12 extraoficialmente, en los nuevos exámenes que le realizaron no se ha encontrado ninguna novedad con respecto al estado de salud que tenía previo al inicio de las audiencias, cuando fue declarado en condiciones de enfrentar el juicio. El militar continúa internado en la clínica, no en terapia, sino en una habitación común, mientras se realiza el diagnóstico. Hoy será evaluado por el perito del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, José María David, quien viajará desde Buenos Aires para examinarlo.

El Tribunal Oral está haciendo gestiones para que David permanezca en Tucumán si el juicio se reanuda, ya que quieren que esté en la sala en el caso de que Bussi vuelva a pedir asistencia médica.

El militar, de 82 años, ha hecho varios intentos de ser declarado inimputable por razones de salud, alegando incluso razones psiquiátricas. Semanas antes del comienzo del juicio, una junta de médicos local sostuvo que no estaba en condiciones de ser llevado a juicio. El tribunal pidió entonces la intervención de los médicos de la Corte Suprema para contar con una opinión no sospechada de bussismo. Los peritos enviados desde Buenos Aires encontraron a Bussi envejecido y con problemas de salud, pero no en un estado que le impidiera asistir a las audiencias.

El general debió así ir a juicio. El martes se presentó a la lectura de la acusación con la asistencia de una mochila de oxígeno, lo que resultó bastante impresionante, pero según trascendió ayer, en los informes médicos tal medida no se consideraba necesaria.

En el sistema penal argentino no hay juicio en ausencia del imputado, de manera que si Bussi debe permanecer internado el proceso en su contra deberá suspenderse.

Mientras se le realizaban los nuevos chequeos, los hijos del desaparecido senador Guillermo Vargas Aignasse pidieron a la Justicia que tome todas las precauciones para que Bussi no use el argumento de su mala salud para dilatar el proceso. “Esperamos que le otorguen todas las garantías para su defensa, pero advertimos a los jueces que deben ser muy cuidadosos porque estamos en presencia de un profesional experto en eludir responsabilidades”, señaló Gerónimo Vargas Aignasse.

Ricardo Bussi sostuvo, en cambio, que no cree que su padre pueda presentarse a la audiencia del viernes. Si el perito del Cuerpo Médico Forense así lo evaluara, se abrirían dos posibilidades, que el caso se suspenda por un período menor a los diez días o que continúe sólo con la acusación contra Luciano Benjamín Menéndez.

Bussi y Menéndez están acusados de los mismos cargos en relación con la desaparición de Vargas Aignasse: violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad, aplicación de tormentos y asociación ilícita, delitos cometidos como parte del terrorismo de Estado, con carácter de crímenes de lesa humanidad.