Los docentes de escuelas públicas y privadas de la ciudad de Buenos Aires iniciaron ayer un nuevo paro de 48 horas continuando con el reclamo que exige la apertura de una instancia de diálogo por parte del gobierno macrista donde se puedan discutir las soluciones salariales y laborales que los gremios reclaman. De acuerdo con la evaluación de los docentes, la medida tuvo un fuerte acatamiento.

Según Carlos Oroz, secretario de Prensa de la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Ademys), el paro fue “absoluto” y tuvo “un altísimo nivel de adhesión que superó con creces el 90 %”. En esa sintonía, Francisco “Tito” Nenna, secretario general de UTE-Ctera, habló de “una aceptación activa de alrededor del 95% de compañeros que rechazaron la política privatista, regresiva y empresarial de Macri y la ausencia de cualquier invitación a la discusión de los profundos problemas que aquejan al sector educativo en su conjunto, muchos de ellos provocados por los negocios sucios de este gobierno”.

El gobierno porteño, a través del secretario general, Marcos Peña, reconoció “un alto porcentaje de adhesión de alrededor de un 80 por ciento en las escuelas estatales”, pero añadió que fue “muy bajo en las privadas”. Los dirigentes de Sadop (Sindicato Argentino de Docentes privados) mencionaron una importante cantidad de educadores de colegios privados adheridos al paro.

Esta vez, el ministro de Educación, Mariano Narodowsky, no habló. En su lugar, quien salió fue su segundo, Walter Bouzada, quien adelantó que en las próximas horas convocaría “al diálogo” a los docentes “para atender el cambio de sistema de reconocimientos médicos que sería domiciliario, el inminente traspaso de la obra social y el aumento salarial para el 2009”. La protesta iniciada a primera hora de la mañana fue acompañada a media tarde de una marcha que se inició en 9 de Julio y Avenida de Mayo y finalizó en la Plaza de Mayo, frente al edificio del Gobierno capitalino, con la presencia de todos los gremios docentes de la ciudad, entre ellos UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), Sadip, la Asociación del Magisterio de la Enseñanza Técnica (AMET).

Según Tito Nenna, la movilización tuvo “carácter de multisectorial” porque juntó a sectores políticos, sociales y gremiales, como centros de estudiantes de los secundarios (reclamando en comunión con los educadores la restitución de la totalidad de las becas suprimidas por el Ministerio de Educación), la CTA, Organizaciones Sociales (Barrios de Pie, Frente Transversal y Movimiento Evita, entre otros), Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y centros culturales.

Este paro es el tercero que realizan los docentes luego del receso invernal.