Ante el comienzo de un nuevo paro docente y la ruptura del diálogo con el gobierno de la ciudad, los maestros porteños intentan una salida por la vía parlamentaria. Con ese plan, los gremios se movilizaron ayer hasta la Legislatura y se reunieron con representantes de los bloques opositores para buscar consenso en la reasignación de partidas presupuestarias y así conseguir el aumento salarial. La movida política de los docentes apunta directamente a derrumbar el principal argumento del jefe de Gobierno, Mauricio Macri: “No hay plata”. Desde la oposición, todos los diputados coinciden en que la administración PRO tiene recursos suficientes y hasta fueron presentadas dos iniciativas para señalar puntualmente de qué partidas podría extraerse el dinero del incremento de haberes. Los macristas, en cambio, insisten en su postura y responden que los legisladores no deben interferir en una atribución exclusiva del Ejecutivo, como la política salarial.

La Comisión de Presupuesto de la Legislatura se reunirá hoy para analizar si es posible avanzar con alguno de los proyectos presentados para reasignar las partidas. El kirchnerista Cristian Asinelli redactó uno; Patricia Walsh (Nueva Izquierda) y Martín Hourest (Igualdad Social), el otro. La oposición reúne 32 votos, con lo cual si no presenta fisuras podría aprobar alguna de las iniciativas en el recinto. Los macristas ya advirtieron que si la oposición logra la mayoría para la aprobación, Macri utilizaría su poder de veto. Para la ratificación son necesarios 40 votos, con lo cual en ese escenario resultaría clave el aval del voto PRO.

“Jamás en la historia de la ciudad se aprobó una modificación presupuestaria para dar un incremento de sueldos a un sector sin la aprobación del jefe de Gobierno”, le dijo a PáginaI12 el presidente de la Comisión de Presupuesto, Alvaro González. En una muestra de la posición de su bloque, el diputado macrista argumentó, además, que la medida podría sentar precedentes para el reclamo de aumento salarial por parte de otros sectores de la administración pública.

Desde la Coalición Cívica, el ex jefe de Gobierno Enrique Olivera anticipó a este diario que si el Ejecutivo decretase el aumento de salarios, su bloque aprobaría la reasignación de partidas. “Es un problema de voluntad política porque la plata está. Este gobierno tiene una enorme subejecución presupuestaria y tiene partidas que ya no se van a usar”, aseguró el titular del bloque K, Diego Kravetz. Para el kirchnerismo, mantener el incremento a los docentes en el tiempo no sería un problema porque también aumenta la recaudación de la ciudad.

A diferencia de otros legisladores, Hourest señaló que el dinero no debería salir de las obras no ejecutadas porque eso significaría “premiar el incumplimiento” del gobierno. El legislador propuso que se utilicen partidas como la destinada al pago de intereses de un bono que la ciudad nunca emitió. “Plata hay, pero no para lo que se necesita”, insistió el legislador Gonzalo Ruanova. Para el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, el conflicto tiene “una cuestión de fondo que es ideológica”. Al igual que los maestros, los diputados de la oposición recordaron que hace un mes, en la última ampliación presupuestaria, el Ejecutivo concedió 250 millones de pesos para el reajuste de precios a distintas empresas contratistas del Estado. Según cálculos docentes, el dinero necesario para el aumento salarial es de 140 millones, aproximadamente.