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Luego de la derrota electoral, el titular de la CGT, Hugo Moyano, salió a defender el modelo político del matrimonio Kirchner, ya que “es el que ha permitido a los trabajadores salir de la situación a la que nos llevaron otros modelos”. Después de reunirse con el flamante presidente del PJ, Daniel Scioli, “para definir un poco la estrategia”, el dirigente sindical llamó a sumar energías, criticó sin mencionar a “muchos de los que hoy dicen ser peronistas” y no descartó ni avaló los rumores que lo ubican en la carrera electoral de cara al 2011, ya sea para presidente como para gobernador bonaerense.

“Veremos cómo se va desarrollando la discusión en el PJ, cómo va evolucionando la tarea que va a tener el presidente del peronismo de tratar de sumar a todos los hombres que, por una causa u otra, no están sumados –convocó Moyano–. Recién después pensaremos en el rol que pueden cumplir en el futuro cada uno de nosotros.”

El camionero reconoció que el domingo la ciudadanía “votó en contra de una forma de conducir” pero “no a favor de muchos que se adjudican el triunfo”. “Acá se perdió una elección, pero tampoco es el acabose”, reflexionó Moyano, y volvió a respaldar la gestión de la presidenta Fernández de Kirchner porque “la eligieron por cuatro años”. “El peronismo es justamente eso: debate, intercambio de ideas, opiniones y eso es lo que va a empezar a ocurrir ahora”, concluyó.

“Muchos de los que hoy dicen ser peronistas parecen estar en los antípodas de esa concepción histórica”, denunció el sindicalista. “Es nuestra obligación como dirigentes sociales detectar y denunciarlos al pueblo trabajador, para que se tenga en cuenta el engaño al que se lo quiere someter”, continuó.

“Son aquellos que se esconden detrás de los retratos de Evita y de Perón para ganar elecciones y dejan de lado el legado del General. Son los mismos que se hacen los distraídos cuando hay hombres, mujeres y niños abusados laboralmente que en muchos casos ya ni siquiera trabajan por un plato de comida, sino por un sandwich y un vaso de agua”, completó el tiro por elevación contra los referentes del llamado peronismo disidente, encabezados por Francisco de Narváez.