[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

- Pino Solanas, Proyecto Sur: “Si Beara fue inspeccionado nueve veces y habilitado luego, lo que falla son los mecanismos de control de la ciudad de Buenos Aires. Desde Cromañón parece que nada ha cambiado. Es el segundo derrumbe en dos meses. ¿Qué tipo de control realiza el gobierno de Macri?”.

- Helio Rebot, PRO: “Los derrumbes en la ciudad, algunos con consecuencias trágicas, ratifican la necesidad de aumentar los mecanismos de control”.

- Francisco “Tito” Nenna, Encuentro para la Victoria: “Los vecinos están padeciendo la peor gestión de la historia desde Osvaldo Cacciatore. A los funcionarios macristas les pido que actúen con rigor y seriedad para controlar obras y habilitaciones. Están destrozando la ciudad, pero no se hacen cargo. Cinco personas fallecieron en dos derrumbes, pero el macrismo persigue a los motoqueros. Macri es la expresión más brutal y desinhibida de la ineptitud de la derecha para gobernar”.

- Martín Hourest, Igualdad Social: “Seguimos pagando en vidas la cobardía de la política de no denunciar los pactos entre estructuras corruptas del Estado y empresarios inescrupulosos. Inspecciones que garantizan impunidad, empresarios que burlan la ley y debajo de los escombros, proyectos humanos aplastados junto a la decencia de las instituciones. Necesitamos sistema de control, y no favores y complacencia; ley, y no coimas”.

- Eduardo Epszteyn, Diálogo por Buenos Aires: “Es una vergüenza la actitud adoptada por los funcionarios: el local no tenía permiso para realizar shows en vivo. No es lo mismo funcionar como bar y como sala de fiestas privadas que realizar espectáculos musicales. No se puede creer que, conociendo esta situación, salgan a decir que estaba todo en regla. Están manipulando la información. Se puede ver en la misma web de Beara que difunden más de cuarenta shows en vivo”.

- Marcelo Parrilli, MST-Nueva Izquierda: “Los dos muertos que debemos lamentar, que se suman a los tres de Villa Urquiza, son el resultado de la destrucción de la política de controles, de las coimas y de la corrupción. Esto viene de años y continúa con Mauricio Macri, que designa amigos políticos, personales y familiares en los organismos de control, sin idoneidad: Macri tiene como jefes de Seguridad Alimentaria a un chef y un ex militar templario y, como coordinador de seguridad en el subte H, nada menos que a un procesado por la muerte de 14 mineros de Río Turbio: su gobierno no va más”.