Sábado, 4 de junio de 2011 | Hoy
EL PAíS › OPINIóN
Por Rafael Gentili *
En estos días la TV proyecta un spot del gobierno de Macri sobre el recorrido épico de Pedro Miguel Morales desde la soledad de la vejez hacia una vida plena en el Hogar San Martín. Sin embargo, la realidad de Pedro y de quienes habitan allí está muy lejos de ser la que en la publicidad se refleja. No sólo por los hechos que están saliendo a la luz. Según la Auditoría General de la Ciudad (Informe 1121), en el Hogar San Martín falta personal para la atención directa de los ancianos, lo que se traduce en una atención deficiente y hasta abandono de las personas con diversos grados de dependencia física, cognitiva y afectiva; situación agravada por la falta de personal de enfermería y de médicos para los residentes que requieren cuidados paliativos. No está garantizado el acceso a la medicación para los residentes, lo cual pone en riesgo grave su salud. Y existen serias deficiencias edilicias que, con una inversión mínima, no sólo se solucionarían sino que permitirían albergar al doble de su población actual.
El informe señala también que el Hogar carece de morgue, por lo que al ocurrir un deceso, no sólo los restos transitan un recorrido injustificadamente despojado de humanidad, sino que además los residentes son testigos de terribles escenas al tiempo que cargan con la angustia de saber cuál será su suerte al llegar al final de sus días.
Estas deficiencias se inscriben en una silenciosa política de desmantelamiento de los Hogares Residenciales para la Tercera Edad que posee la ciudad, cuya principal medida es impedir nuevos ingresos, salvo en los casos en que una orden judicial así lo ordene. De este modo, de un total de 1870 alojados en estos hogares en 2007, quedaban 1533 en 2009. Una disminución del 22 por ciento. A este dato de por sí revelador y contundente se le suma que en la ciudad existen 13.894 personas mayores de 60 años con ingresos totales menores a la jubilación mínima.
Sin dudas, el “ocultar/mostrando” al que se refería Bourdieu al analizar las estrategias comunicacionales de los grandes medios, ha sido la característica central de la “exitosa” gestión social de la ministra Vidal, hoy premiada con la candidatura a vicejefa: los niños y niñas institucionalizados, los adultos mayores en situación de pobreza y abandono, las miles de personas que viven sus vidas en la inseguridad de la intemperie, de la falta de un techo y de una seguridad social con la que construir su futuro, no son ni siquiera nombrados en sus discursos. Son activamente ocultados mostrando “éxitos inventados” en spots publicitarios.
* Legislador de Proyecto Sur.
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