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“La ciudadanía se está digitalizando y en ese proceso entra la política; vivimos en un momento particular en el que a medida que se digitalizan las comunicaciones es imprescindible para un cuadro formado entender de qué se trata.” En este pensamiento se basa el PJ Digital, fundado hace ya seis años, pero que con el avance de las tecnologías va ganando preponderancia: el PJ Digital, una agrupación dentro del ámbito del justicialismo que hace foco en la explotación de las nuevas tecnologías para la comunicación y la acción política, además de la formación de cuadros en materia tecnológica. Como explica su referente nacional, Daniela Vilar, “este momento requiere de formación para que el pueblo se vincule con los conocimientos”.

Fundado con otro nombre (Generación K), a fines de 2005, luego de que Sebastián Lorenzo, en un viaje por España, descubriera la utilización que se le daba a Internet en política, algo que en una Argentina recién comenzaba a levantarse de la crisis terminal que había sufrido, parecía estar a años luz: “El peronismo siempre fue un movimiento vanguardista y de aplicar soluciones heterodoxas ante las problemáticas que aparecen, y en esto no debíamos ser la excepción”, recuerda Lorenzo.

En un comienzo, la agrupación englobó a los primeros bloggers que escribían sobre política en sus sitios, en una época en la que Facebook sólo se conseguía en inglés y Twitter era apenas una semilla de red social. “En ese momento éramos unos loquitos –evoca Vilar–. Los blogs eran los únicos lugares donde uno se podía expresar por afuera de la hegemonía de los medios de comunicación.” Pasaron a ser PJ Digital “después de la 125, cuando Néstor asume la presidencia del partido”. El vínculo con la estructura pejotista varía de provincia en provincia, pero la idea es siempre trabajar desde adentro.

“Trabajamos sobre la red porque era un espacio que estaba vacío. Cuando entré a Twitter en 2007 me cagaban a puteadas cada vez que defendía a Néstor o a Cristina”, recuerda Fabricio Vagliente, que entró al PJ Digital hace un año, luego de ponerse en contacto a través de Facebook. “Además –continúa– es cada vez más grande: a través de la entrega de netbooks en los colegios, del Plan Argentina conectada, cada vez más gente tiene acceso a Internet. Es un espacio a ocupar, como la plaza, como la calle, como los medios. Si no lo ocupamos nosotros, va a hacerlo alguien más.”

Aunque siempre un paso atrás de lo que pasa en el Hemisferio Norte (la mentada campaña de Barack Obama, en 2008, utilizó las nuevas tecnologías de forma más eficiente a lo que está sucediendo aquí, ahora, tres años más tarde), el uso de Internet para las campañas políticas seguirá evolucionando. ¿Cuál es el próximo paso? Para Lorenzo, “lo que se viene es aplicar estas tecnologías a lo móvil, lo que se llama convergencia tecnológica. Hoy en día uno puede encontrar en un aparato Internet, teléfono, TV, pero su precio es prohibitivo para muchos. En pocos años, todos los argentinos van a tener un aparato así y hay que empezar a pensar en cómo sacar provecho de esto”.