EL PAíS › EL MENSAJE DEL PODER EJECUTIVO AL CONGRESO
Paso a paso sobre la Corte
Por Felipe Yapur
El mensaje que en las últimas horas recibieron del Poder Ejecutivo los diputados justicialistas que integran la Comisión de Juicio Político es contundente: “La remoción de algunos miembros de la Corte Suprema debe ser un hecho” y deslizaron que verían con buenos ojos que el primero de ellos sea el catamarqueño Julio Nazareno. Así las cosas, el jueves la comisión comenzará a evaluar el procesamiento del amigo de Carlos Menem y también del octogenario supremo Carlos Fayt. La idea, consensuada entre el Gobierno y diputados, es llevar al recinto de a uno cada pedido de juicio para no generar resquemores y resistencias en el resto de las bancadas. Las instrucciones del gobierno central incluyeron también al titular del cuerpo, Eduardo Camaño y al jefe del bloque, José María Díaz Bancalari. Estos deben convencer a los radicales para que en masa apoyen la destitución de los supremos.
Ayer fue un día plagado de frases y declaraciones altisonantes. Nazareno dijo que “la Corte debe renovarse por los cánones naturales porque no es lo mismo que el poder militar”. Las respuestas a sus dichos no se hicieron esperar. Desde el Congreso, el presidente de la Comisión de Juicio Político, el justicialista Ricardo Falú aseguró que los dichos del cortesano “no corresponden a uno de los magistrados más importantes del Poder Judicial. Es un lenguaje impropio que lejos de llevar calma a la sociedad generan más y más zozobra”.
La señal a la que hace referencia el ministro ya ha sido enviada. Durante la primera semana de gobierno y en estos últimos días, tanto el funcionario como el mismísimo Presidente mantuvieron extensas reuniones con diputados justicialistas. A todos y cada uno le dieron el mismo mensaje: “Hay que remover esta Corte menemista”, dijeron al tiempo que buscaron cerrar el mecanismo con que se llevará a cabo la tan mentada renovación de la Justicia. La idea es que la comisión se concentre en dos o a lo sumo tres supremos pero el que no debe faltar es justamente Nazareno. Una vez que comiencen a sustanciarse los procesos, la propuesta del Ejecutivo es que no vayan todos al mismo tiempo al recinto: “De uno en uno”, fue la frase que los legisladores escucharon en la Rosada.
Así las cosas, es probable que el primero que esté listo para ser debatido en el recinto sería el de Fayt. Sin embargo, no sería el más conveniente porque tanto radicales como los diputados del ARI sostienen que las causales que existen para llevar a juicio político al octogenario son, al menos, “endebles”. Pero más allá de la supuesta endeblez de las causas contra Fayt, estos bloques lo que sostienen es que no hay nada mejor que renovar la cabeza de la Corte antes que ir por uno de los más débiles de sus integrantes. Este argumento tiene además una exigencia superior y reside en que si el Gobierno realmente quiere cambiar la Corte y despejar cualquier duda sobre un posible pacto de impunidad como el que aconteció el año pasado, debe empezar por Nazareno y no por otro cortesano. Para exorcizar estos fantasmas, el Ejecutivo encargó a Camaño y Díaz Bancalari las conversaciones con radicales y aristas. Estos deben convencerlos de que “no habrá pacto de impunidad”. Sin duda, la tarea más difícil será la de Camaño ya que fue él y no otro el que encabezó la operación impunidad para los supremos durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
Un tema no menor es la posible reacción de los senadores que, en el caso de un juicio político, hace las veces de tribunal. El Gobierno cree que si bien en ese cuerpo el menemismo mantiene cierta ascendencia sobre la bancada, “la dinámica social terminará por influenciar a los senadores y votarán de acuerdo a lo que pide el pueblo”.