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El jefe del Ejército, Roberto Bendini, prefirió ayer no opinar sobre la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que se encuentra pendiente de resolución en la Corte Suprema, al considerar que el tema “es jurídico y debemos seguir dentro del marco de la Justicia”.
Bendini remarcó que su fuerza es “una institución jerárquica” en la que “solamente habla en lo que es su política institucional el jefe del Estado Mayor del Ejército”. Con respecto a la purga en las jerarquías castrenses, el militar sostuvo que no cree que el presidente Kirchner “haya sacado todos los mandos de las Fuerzas Armadas” para ponerlo a él. “Creo que lo que ha previsto es una renovación total de los mandos”, agregó.
El jefe del Ejército consideró que su antecesor Ricardo Brinzoni “habló con el corazón” durante su discurso de despedida, porque “cuando uno abandona una institución como ésta, tiene sentimientos encontrados”. Bendini hizo estas declaraciones en el Batallón de Comunicaciones 121, tras poner en funciones al comandante del II Cuerpo, Roberto Brinzoni, hermano del ex jefe de la fuerza.
La jornada de ayer tuvo un buen final para Bendini, ya que la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado aprobó una iniciativa que le permitirá a él y a su colega de la Fuerza Aérea, el brigadier Carlos Rohde, obtener el máximo grado militar a pesar de no contar con la antigüedad de tres años establecida por la ley. El proyecto, que había sido presentado por Jorge Yoma, establece que el requisito “no será exigible” respecto de los oficiales superiores que ocupen los Estados Mayores de las Fuerzas.