Jueves, 20 de diciembre de 2012 | Hoy
EL PAíS › EL GOBIERNO LE RESTó IMPORTANCIA A LA MOVILIZACIóN
“Hoy vivimos en un país que atravesó un proceso de profunda inclusión social, que no marcha a la Plaza por una bolsa de comida”, dijo el ministro Julio De Vido. Hubo críticas por la elección de la fecha.
Por Nicolás Lantos
El kirchnerismo observó de reojo la manifestación que juntó las centrales obreras opositoras, parte del radicalismo, la Federación Agraria y la izquierda en Plaza de Mayo: “No mueve el amperímetro” fue el diagnóstico oficial que circulaba ayer por la tarde en la Casa Rosada. “Cualquier petición es legítima, pero lamento que hayan elegido el 19 de diciembre”, aseguró por la tarde el ministro de Planificación, Julio De Vido, que remarcó que en esa fecha, en 2001, sectores que hoy participaron de la convocatoria tuvieron “la firme decisión de reprimir a grupos sociales que venían a pedir de comer”.
“Hoy vivimos en un país que atravesó un proceso de profunda inclusión social, que no marcha a la Plaza por una bolsa de comida, sino por los fondos de las obras sociales y el piso del Impuesto a las Ganancias, reclamos que pueden ser legítimos pero están lejos del país que pedía por sus ahorros”, añadió De Vido, en un mitin con funcionarios, legisladores y dirigentes de Santiago del Estero.
En la Casa Rosada percibieron señales de debilidad en la nueva movilización encabezada por Hugo Moyano y Pablo Micheli. Cerca de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner calculaban la asistencia en “entre 10 y 15 mil personas con toda la furia”, muy por debajo de la convocatoria oficialista del 9D pero también de otras manifestaciones opositoras, de las que los que marcharon ayer se decían cercanos.
“Como no tienen agenda propia, están obligados a estar haciendo permanentemente cosas que llamen la atención, porque si no se desdibujan.” Ese es el análisis que se hacía en Gobierno las horas posteriores al acto en Plaza de Mayo. “La Presidenta tiene muy buena relación con el movimiento sindical, y Moyano no marcha por diferencias de proyecto, sino por cómo lo tratan: la beligerancia no es proporcional con su reclamo y mucho menos se condice con la actual situación argentina”, aseguran en estricto off the record ante la consulta de Página/12.
Además, en el Ejecutivo recuerdan que “CFK prometió que el aumento del mínimo no imponible, que es el principal reclamo, se tratará pronto”, pero que “este no era un año para dar esa discusión” porque “el dinero del Estado fue a mantener el empleo y evitar una recesión” y “no para beneficiar a los sectores más acomodados entre los asalariados”.
El secretario general de la agrupación Peronismo Militante, Héctor “Gallego” Fernández, sostuvo por su parte que “marchar el 19 de diciembre contra este gobierno es un contrasentido” porque “la pueblada de 2001 permitió que comenzara el proceso político que luego catalizaron Néstor y Cristina”. Para el dirigente, “hoy en día se marcha en apoyo al Gobierno o se marcha para debilitarlo y hay que elegir de qué lado del mostrador se para cada uno”. También repudió la presencia del radicalismo, quienes gobernaban en ese entonces y ordenaron la represión: “Alfonsín debería tener más recato”, señaló.
Por último, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, en diálogo con este diario, aseguró que la presencia de la Federación Agraria en la protesta “es política”, ya que “intentan plantear conflictos que los productores, salvo casos muy puntuales, no están teniendo” y por ese motivo “se están quedando solos”, sin el apoyo de sus bases políticas. “Es una marcha política que escapa a los reclamos que se hacen en el campo –concluyó–. Nosotros dialogamos siempre con las corporativas, los pequeños productores y todos los que tienen ganas de sentarse a una mesa y trabajar, no con los que utilizan consignas vacías para hacer sus negocios.”
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