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- Elisa Carrió (legisladora del ARI). “Las declaraciones de Nazareno demuestran que es impresentable y que no podría ser siquiera secretario de un Juzgado de Paz. Lavagna debería ir a un juzgado y denunciar la extorsión de la que es víctima por parte de la Corte Suprema de Justicia. La advertencia de la Corte de sacar un fallo dolarizador de los depósitos es la misma extorsión que sufrió el ex presidente Eduardo Duhalde cuando asumió para que no iniciara el juicio político a los miembros de la Corte. Duhalde apostó a terminar bien el gobierno y dejó algunos temas en el freezer para el próximo presidente.”
- Ricardo López Murphy (ex candidato presidencial por Recrear). “No creo que sea bueno que el presidente hable por cadena nacional, salvo por una situación absolutamente excepcional, y éste no es el caso. No es bueno que lo haga para hacer un llamado al Parlamento. Si el Ejecutivo desea impulsar la remoción de la Corte debe ir a la Cámara de Diputados con las iniciativas y hacerlo por los mecanismos previstos por la Constitución. Si hubiera una actitud que no fuera acorde con la legalidad, hay que hacer una denuncia judicial, no una arenga pública. El recambio de los ministros del máximo tribunal debe realizarse por renuncia o muerte, o por remoción a través del Senado luego de una acusación de la Cámara de Diputados. Apliquemos el manual, no quiero nada fuera del manual.”
- Horacio Pernasetti (presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR). “La UCR seguirá formulando cargos contra Nazareno y otros ministros de la Corte, pero no encuentra razones para avanzar en el juicio a Carlos Fayt. El bloque de la UCR tuvo una posición coherente y desde hace más de una década viene planteando el juicio a varios miembros de la Corte. Si no hay acuerdo para el sistema de elección lo mejor sería que se aprobara una ley para reducir de nueve a cinco miembros la integración de la Corte.”
- Daniel Sabsay (constitucionalista). “Está muy bien que el presidente como un primer paso utilice la invocación al Congreso. El mal desempeño de (Julio) Nazareno desnuda el mecanismo y la cultura judicial basada en la negociación con el poder político e inclusive, dentro de ese esquema, apela a la extorsión en el sentido de amenazar con el contenido de un fallo como modo de presión para obtener del poder político lo que la Corte desea. Un presidente de la Corte que actúa así y un vicepresidente que, ante el momento que vive el país y la cantidad de asuntos que están a la espera de una resolución judicial, decide irse a Roland Garros para ver la competencia es porque evidentemente ha privilegiado su condición de presidente de la Asociación de Tenis y no la de vice de la Corte. Si en el transcurso del tiempo el Congreso no avanza y la Corte no saca un solo fallo, sí se podría llamar a una consulta popular no vinculante para demostrar lo soberano que es el pueblo; frente a una encerrona institucional, quiere un recambio y ejerce una suerte de presión.”
- Aníbal Ibarra (Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). “Estoy completamente de acuerdo con el contenido del mensaje que dio el presidente por cadena nacional, ya que reafirma la voluntad de avanzar con la renovación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Por otra parte, el mensaje confirma la necesidad de activar todos los mecanismos constitucionales necesarios para avanzar en la renovación de ese poder del Estado Argentino. Lo de la Corte forma parte de un cambio político que permitirá elevar la calidad institucional de los órganos estatales, una transformación que viene siendo reclamada por la ciudadanía con especial énfasis desde diciembre de 2001.”