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“No vamos a poner ningún tipo de obstáculo en esa materia”, dijo el ministro de Justicia, ante una pregunta de un corresponsal extranjero en la sede del CELS y Poder Ciudadano. En este caso Beliz no se refería a los juicios políticos contra los jueces de la Corte Suprema sino a eventuales pedidos de extradición de militares acusados por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar. En su momento, el gobierno menemista trabó cualquier posibilidad de que los represores que eran juzgados en España, Italia, Alemania o Francia, fuesen extraditados. Durante la gestión aliancista se dijo que se iba a dejar actuar a la Justicia en este tema, pero primero se operó sobre los jueces para que no avanzaran. Luego, cuando algunos magistrados se mostraron más decididos, se dijo con todas las letras –con un decreto– que no Argentina estaba en contra del principio de extraterrirtorialidad, en el que se basan los procesos abiertos en el exterior . Ahora, el nuevo el Gobierno anuncia que no se pondrán trabasa los pedidos de extradiciones. Esto debería significar que el tema quede sólo en manos de la Justicia.