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Entre las medidas anunciadas hay una serie de instrumentos que, de aprobarse, le darían a la AFIP un poder de control interesante sobre grandes contribuyentes, los que suelen recurrir a sofisticados mecanismos de evasión y elusión fiscal. Tal vez las empresas, en especial multinacionales, argumenten que muchas de las normas propuestas significan un avance del Estado sobre la propiedad privada. Sin embargo, cuando la AFIP intentó desmontar estas prácticas habituales de evasión, se encontró con barreras infranqueables de información; dificultades legales para accionar contra los supuestos evasores; o simplemente trabas burocráticas que dilataban indefinidamente los procesos.
Entre los casos más destacables se pueden mencionar los siguientes:
- Autopréstamos desde paraísos fiscales. Una práctica habitual entre particulares de alto nivel adquisitivo y empresas es la apertura de cuentas en negro en el exterior con fondos generados en Argentina. Luego, esas divisas son reingresadas al país en blanco como supuestos préstamos tomados con el mismo banco en el exterior. Así, mediante este “autopréstamo” el contribuyente no sólo blanqueaba fondos en negro, por los cuales nunca tributó Ganancias ni Bienes Personales, sino que además puede deducir los intereses del crédito, imputados como costo, del impuesto a las Ganancias. En los últimos tiempos, la AFIP y el Banco Central detectaron infinidad de estas maniobras, pero resulta imposible lograr que el banco receptor del depósito en el extranjero, en especial si está radicado en “paraísos fiscales”, abra sus cuentas ante los requerimientos de los jueces argentinos. Ahora, la AFIP presumirá que los fondos provenientes de paraísos fiscales son incrementos patrimoniales no justificados. Y, por lo tanto, el contribuyente debería pagar el porcentaje correspondiente del impuesto a las Ganancias (35 por ciento en el caso de las empresas). Lo más probable es que sólo una mínima porción de los evasores esté dispuesta a pagar semejante tasa para ingresar al país esos fondos “lavados”. Pero, al menos, el fisco no les otorgará un premio.
- Depósitos en el sistema financiero no declarados. La AFIP detectó una gran cantidad de depositantes que lograron retirar sus depósitos atrapados en el corralón mediante amparos y no los habían declarado al fisco. Asimismo, tiene la mira puesta sobre un selecto grupo de 1466 contribuyentes que transfirieron depósitos al exterior por 430 millones de dólares durante el segundo semestre de 2001. Para estos casos, el cruce de información revela que los montos transferidos habrían sido omitidos en sus declaraciones juradas. Hasta ahora, ante estas situaciones, el organismo debía llamar uno a uno a los contribuyentes y solicitarles que justificaran los montos no declarados, tras lo cual recién se abría un largo proceso administrativo para reclamar el pago de los impuestos supuestamente evadidos. Ahora, “los depósitos bancarios no declarados harán presumir ganancias gravadas”, y entonces la AFIP podrá determinar automáticamente la pretensión fiscal a cobrar.
- Operaciones de triangulación de las multinacionales. La AFIP detectó en los últimos tiempos este tipo de maniobras millonarias de multinacionales de la industria automotriz, laboratorios y cerealeras, con el propósito de subfacturar sus exportaciones y pagar menos retenciones e impuestos a las Ganancias. Por ejemplo, para exportar a Brasil algo que valía en el mercado U$S 1, se lo despacha previamente a la filial de la empresa en Uruguay a U$S 0,50, y ésta lo revende al destino final. Probar operaciones de esta clase es un proceso muy complicado y las multinacionales suelen contraatacar con una batería de recursos legales. En adelante, para evitar maniobras de triangulación, la AFIP tomará “como precio de venta el valor de mercado a la fecha de embarque”, algo que en el caso de las llamadas “commodites”, como los cereales, no es difícil de determinar.
- Precios de transferencia. Es otra de las operaciones típicas utilizadas por las multinacionales para evadir al fisco. El año pasado la AFIP realizó un ajuste sobre los precios declarados en las operaciones de importación-exportación intrafirmas por las principales multinacionales que operan en el país. Y llegó a la conclusión de que éstas inflaban costos para ahorrarse de pagar 250 millones de pesos de impuestos a las Ganancias. Las “multis” se resisten a brindar a la AFIP información genuina sobre sus operaciones internacionales. Y la mejor prueba de que así esconden rentables negocios es que hasta hoy prefieren pagar las módicas multas existentes. En adelante, las multas serán determinadas en función de sus ventas, lo cual reducirá los beneficios de evadir.