El gobierno británico desestimó la idea de que el Papa pueda interceder en la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas, tras el pedido realizado ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “La Santa Sede es clara en considerar que la cuestión de las Islas Falkland (Malvinas) es de índole bilateral entre naciones soberanas y que no tiene un papel que desempeñar. No esperamos que cambie esa posición”, dijo un portavoz del Foreign Office. Desde Londres, además, recordaron que los isleños realizaron recientemente una referéndum al respecto. Esa consulta –prosiguió el vocero– “envió un claro mensaje a todo el mundo” sobre que los habitantes de Malvinas “quieren seguir siendo un territorio británico en ultramar”. Días atrás, el primer ministro británico, David Cameron, les había respondido a unas declaraciones de Jorge Bergoglio realizadas en 2011, oportunidad en que señaló que las Malvinas eran “nuestras” en alusión a la Argentina. “La fumata blanca sobre las Malvinas ha sido muy clara”, le replicó Cameron.