EL PAíS
La UCR y el fantasma del 5 por ciento
Entre los radicales no hay una opinión homogénea sobre el futuro del gobierno de Duhalde. Sin duda, el alfonsinismo es el más acérrimo defensor de la actual administración. No sólo la mayoría de sus miembros concurre a las reuniones que el presidente convoca ya sea en Olivos o en la Rosada, también lo defienden en el recinto. Raúl Alfonsín lo demostró el jueves cuando advirtió que “si se cae (el gobierno), también se cae la democracia en el país”. Pero no todos los diputados que responden al viejo caudillo radical coinciden con su óptica. La cercanía con Duhalde molesta e incomoda, sobre todo porque aseguran que está “recorriendo el mismo camino de De la Rúa”. Otros, más dramáticos, sostienen que “estamos viviendo en los días previos al 19 de diciembre y Duhalde y Alfonsín no se dan cuenta”.
Si entre los alfonsinistas hay posiciones encontradas con respecto al gobierno, donde no hay fisuras es entre los delarruistas. Los seguidores del reciente ex presidente no dejan de restregarse las manos ante la marcha del gobierno. Por un lado la emprenden contra sus correligionarios, a quienes les achacan el haber “conspirado” contra su administración y ahora acompañan un gobierno “que aplica políticas similares a las de De la Rúa”. De todas formas, alfonsinistas o no, ninguno quiere elecciones anticipadas. Todos coinciden que la UCR puede llegar a cosechar, en los cálculos más optimistas, apenas el cinco por ciento de los votos.