La comisaría 1ª de Monte Grande, en Esteban Echeverría, fue señalizada como sitio de memoria para recordar que allí funcionó un centro clandestino de detención y torturas durante el terrorismo de Estado. El lugar, ubicado en pleno centro de Monte Grande, frente a la plaza principal y a metros del edificio municipal, fue utilizado entre 1976 y 1978 como “depósito” de secuestrados por fuerzas de seguridad que se encontraban bajo el control operacional del Primer Cuerpo de Ejército, a cargo del fallecido ex general Guillermo Suárez Mason. En el acto participaron sobrevivientes, representantes de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, autoridades nacionales, de la provincia y municipales. Frente a la comisaría que los alojó clandestinamente hace 35 años, se encontraron tres ex militantes de Vanguardia Comunista, Jorge Watts, Ricardo Wejchenberg y Faustino Fernández, quienes habían sido trasladados del centro clandestino El Vesubio, en el cruce de Camino de Cintura y la Autopista Riccheri. “Este era un depósito que funcionaba como paso previo a la legalización”, explicó Watts.