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- Cine. La conferencia de prensa terminó con varios periodistas franceses riendo con las últimas palabras de Cristina Kirchner. La Presidenta contó que era “una gran cinéfila”, habló de su gusto por directores como François Truffaut, Jean-Luc Godard y Roger Vadim, que su hija es cineasta “y ama el cine francés porque es un cine de culto realmente”. Para entonces, François Hollande ya se había quitado el auricular de traducción simultánea y no se sabía si entendía lo que le decía CFK o no, pero los periodistas franceses se reían por tantas referencias al cine luego del escándalo de la separación del presidente por su affaire con la actriz Julie Gayet, un tema que todavía es comidilla aquí.

- Bicis. Antes del almuerzo con la Presidenta, François Hollande celebró su reunión de gabinete con gran afluencia de periodistas, debido a que fue la última antes de las elecciones municipales del domingo. Una curiosidad fue ver a dos de las ministras –la de Justicia, Christiane Taubire, y la de Cultura y Comunicación, Aurélie Filipetti– salir del Palacio del Elíseo andando en bicicleta. Incluso, la ministra de Cultura volvió a la hora caminando y ya cambiada para participar del encuentro con Cristina Kirchner.

- Elecciones. Las municipales del domingo constituirán el primer examen electoral nacional para François Hollande, quien según las encuestas tiene su imagen por el suelo. Pero el Partido Socialista podría salvar las papas si consigue retener la alcaldía de París. La candidata del PS, Anne Hidalgo, es favorita en los sondeos y en eso tiene que ver su estrategia de tomar distancia del gobierno nacional, especialmente respecto de sus políticas económicas conservadoras. La otra carta ganadora del PS podría ser el diputado Patrick Mennucci, quien aparece con chances de arrebatarles a los conservadores Marsella, la segunda ciudad del país. Serían las excepciones dentro de un panorama complicado para el oficialismo. Se espera, además, un importante ascenso de la ultraderecha del Frente Nacional de Marie Le Pen.

- Escándalo. La tapa de los principales semanarios franceses se hizo eco del escándalo destapado sobre una serie de escuchas judiciales realizadas al ex presidente Nicolas Sarkozy, que dejaron al descubierto una red de “topos” en tribunales que reportaban a su abogado para tenerlo al tanto de la marcha de los expedientes en los que se encontraba involucrado. Uno de los casos que más lo preocupaban era el del financiamiento de su campaña. Su informante era un juez al que se escucha prometerle un cargo en el Principado de Mónaco a cambio de la ayuda. La esposa de Sarkozy, la ex modelo y cantante Carla Bruni, ironizó sobre el asunto en un recital que dio esta semana en un teatro de París. “Hace unos días que no me atrevo a cantar porque alguien me contó que nos escuchan”, tiró.

- Premium. El catering que sirvió el gobierno francés a la prensa mientras se desarrollaba el almuerzo entre François Hollande y Cristina Kirchner fue como para el campeonato del mundo. Extraño, por las circunstancias y el horario, fue que sirvieran un excelente vino merlot-cabernet. Además, había otros vinos y agua, nada de las acostumbradas gaseosas o jugos. En las bandejas de comida se repartían distintas variedades de quesos tipo brie, sandwiches gourmet de varios gustos, incluyendo salmón ahumado, baguettes de fiambres varios, pequeñas ensaladas para acompañar. Luego hubo también postre, una tarteleta con una trufa arriba. Insólito para los usos y costumbres argentinos, también sorprendió a los periodistas franceses, teniendo en cuenta sus exclamaciones cuando veían aparecer una nueva bandeja.