EL PAíS
Otras voces
- Carlos Raimundi, diputado nacional, ARI: “Hay que combinar los dos fallos. Derivar el tema de la nulidad de las leyes a la Cámara de Casación y rechazar que se le extraiga sangre a una hija de desaparecidos, para conocer su verdadera identidad, confirma que ésta es una Corte proimpunidad. Tenemos un gobierno que ha cambiado, pero evidentemente la Corte sigue sin estar a tono con la demanda de justicia que exige todo el país. Esta decisión no es sólo la dilación de un fallo sino la dilación de todo un problema que impide a la Argentina cerrar sus heridas. Esta Corte, que es la reina del per saltum y que se arrogó problemáticas de Estado sin que les correspondiera, ahora se niega a fallar por la verdad y la justicia”.
- Patricia Walsh, diputada nacional, Izquierda Unida: “Esta Corte que ha resuelto trasladar a la Cámara de Casación la decisión sobre las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y que en la misma jornada niega el derecho y el deber de establecer la identidad en el caso de una hija de desaparecidos, se comporta una vez más como una Suprema Corte de injusticia. Sus decisiones de ayer, y el tiempo que demoraron en adoptarlas, no son otra cosa que un nuevo servicio en favor de la construcción de impunidad en un país que ya dijo basta. Paradojalmente, decida lo que decida la Cámara de Casación Penal, las leyes en consideración son insalvablemente nulas por decisión del Congreso”.
- Mabel Gutiérrez, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones políticas: “Me parece lamentable porque es nada más que una pérdida de tiempo. No sólo porque el fallo de Casación no es obligatorio sino también porque de seguro va a volver a la Corte, decida lo que decida. En momentos en que está con un miembro menos y con otro en juicio político la Corte no debió haber tomado una decisión tan importante. Sobre todo por ser una Corte absolutamente cuestionada por la población, por el Poder Ejecutivo y por la mayoría de los legisladores. Esta decisión muestra el mensaje de la Corte que nos dice ‘todavía estamos aquí, todavía tenemos mayoría automática’”.
- Hebe de Bonafini, Madres de Plaza de Mayo: “Pase lo que pase, creemos que los milicos nunca van a ir a la cárcel. Es un tema que va a llevar años y nunca se va a resolver. Nuestra mayor preocupación es la situación actual del país y luchar por lo que lucharon nuestros hijos, que es una Argentina en la que no haya hambre, que todos tengan trabajo”.