El empresario Francisco de Narváez se incorporó a la política de la mano de Carlos Menem pero alcanzó una banca de diputado por el duhaldismo, cuando se enfrentó con el kirchnerismo en 2005. Luego fundó la agrupación Celeste y Blanco, con la que alcanzó su momento de esplendor al vencer en las legislativas de 2009 –en alianza con Mauricio Macri y Felipe Solá– a Néstor Kirchner. Pero desde entonces su estrella política empezó a declinar. En 2011 perdió frente al propio Scioli la disputa por la gobernación en un frente que compartía con la UCR de Ricardo Alfonsín. En 2013 selló una alianza con Hugo Moyano que salió cuarta en la provincia. Relanzó en soledad su nueva candidatura a gobernador en 2015 hasta que acordó con Massa, que le despejó el camino de competidores dentro del Frente Renovador. Luego renunció a su postulación para no ser un “obstáculo” de un posible acuerdo –que propiciaba– entre Massa y Macri. Desde entonces se recluyó para reaparecer ahora con su respaldo a Scioli, con quien ya trabajan varios de los ex colaboradores del Colorado.