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“Estamos hablando con Sergio. Hay vocación de acordar políticas, de buscar coincidencias. Se viene una Argentina distinta. El 22 de noviembre la gente me va a dar la oportunidad de servirlos, de resolver sus problemas.” El autor de la frase, que pronunció con una sonrisa y el hablar pausado que lo caracteriza en estos días, fue Mauricio Macri. Y Sergio es Massa, por supuesto. El candidato a presidente de Cambiemos se mostró, así, abierto a un diálogo con su ex adversario. No fue el único al que atendió: también tuvo una charla con el jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, y con el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo. Massa es amigo de ambos. En el PRO, advierten que no están buscando la foto con Massa antes del ballottage, pero que sí piensan una relación a futuro, sobre todo pensando en gobernar y en el Congreso.

En el macrismo, están convencidos de que pueden interpelar a los votantes de Massa en forma directa, sin tener que pasar por una negociación con el líder del Frente Renovador. “No va a haber una negociación en el sentido estricto. Tampoco un acuerdo”, indica uno de los estrategas macristas que camina la provincia de Buenos Aires. “¿Qué nos demuestra lo de Córdoba? Que Mauricio no lo necesita a Massa para obtener sus votos”, advirtió a este diario. En Córdoba, Macri consiguió un millón de votos que provenían de la interna de UNA, de aquellos que habían elegido a José Manuel de la Sota.

Las charlas con Massa tienen el sentido de “construir una relación a futuro”. Los macristas saben que no tienen una mayoría en Diputados ni en el Senado y que requerirán de votos de potenciales aliados. El peronismo disidente ocupa ese rol a la perfección.

Macri fue el que dio la noticia, luego de que sus voceros mantuvieran en reserva las conversaciones. Contó que habían estado chateando por WhatsApp tanto con Massa como con De la Sota. “Hay vocación de acordar políticas y de buscar coincidencias”, indicó el procesado jefe de Gobierno, quien también comentó una conversación con su adversario, Daniel Scioli: “Daniel me felicitó y me pidió el teléfono de María Eugenia Vidal, con quien también habló ayer y acordaron el proceso de transición”, aseguró Macri, aunque en rigor las charlas por la transición no arrancaron todavía, aunque Vidal ya designó a sus emisarios (ver página 9).

Además de con Macri, Massa habló con Larreta y con Ritondo. Con ambos tiene una relación de amistad. De hecho, Ritondo sorprendió en el verano con una foto con Massa en la playa. No pasó de ser un gesto hacia el peronismo. “Hablamos con todos”, minimizaban la conversación desde el massismo. En tanto, De la Sota tiene lazos con el vicejefe de Gobierno electo y senador Diego Santilli, con el ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, y con Macri, con quien la relación fue oscilante. Tuvieron varios encuentros en los años pasados, pero eso no llevó a una alianza. Ahora en el PRO lo cuentan entre quienes apoyarán a Macri en la segunda vuelta. El jefe de Gobierno ya comentó que con el gobernador electo de Córdoba Juan Scharetti harán “un perfecto equipo”.

Al macrismo le conviene mantener la apariencia, al menos, de que hay una buena relación con Massa para intentar imantar a sus votantes. Sin embargo, en el PRO hay debate sobre si debe haber una negociación mayor. Algunos consideran que una foto de Macri con Massa, por ejemplo, sería contraproducente. Otros alientan esa escena de campaña. Pero en lo que todos piensan es en los 30 diputados que tendrá Massa y que pueden ser más que necesarios a la hora de pasar leyes indispensables en el Congreso. Sin embargo, en el PRO eran remisos a la idea de negociar áreas de gobierno con Massa. Por ahora, nadie admite que le podrían ofrecer ministerios o secretarías a su espacio.

De todas formas, Macri se preocupó por no mostrarse muy preocupado por lo que haga o deje de hacer Massa. Indicó que será respetuoso de las deliberaciones internas que tienen en UNA. En el PRO, de todas formas, anotaron a su favor las palabras de Massa ayer, que fueron muy duras con el oficialismo, tanto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como con Scioli.

“A los votantes de Massa los representa mucho más Macri que Scioli y nos vamos a encontrar trabajando juntos”, afirmó Ritondo.

“En Argentina no hay lugar para peronismo o antiperonismo. La gente no quiere más grietas. Nuestro espacio está conformado por muchos peronistas como Carlos Reutemann, Emilio Monzó, Diego Santilli. Lo que formamos fue un frente amplio y democrático”, remarcó el dirigente de Mataderos, que cruzará la General Paz al Gobierno bonaerense. El PJ deberá reconstruirse y revalorarse, y creo que figuras como Massa o Urtubey pueden darle un nuevo aire”, indicó Ritondo.