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“Era una cueva de militancia.” Esa es la principal razón que esgrimen desde el gobierno nacional para decidir la intervención. A esto, los funcionarios macristas le agregan que la Afsca y la Aftic seguían tomando decisiones autónomas sin consultar con el ministro de Comunicación, Oscar Aguad, que por el DNU de Mauricio Macri había pasado a ser su superior. “Seguían adjudicando licencias y contratando gente”, afirmaban quienes estuvieron en los entretelones de la decisión. Cerca de Macri celebraron que ante esta decisión no tuvieron críticas de sus aliados, como les había ocurrido con la designación de los jueces de la Corte Suprema sin acuerdo del Senado. Para los cambios que planean en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en principio, piensan tratarlos en el Congreso “si hay un grado de diálogo razonable”.

Luego de la primera semana del PRO en el gobierno nacional, la reunión de gabinete sirvió para hacer un balance de las medidas tomadas. La más controvertida, la designación de los dos jueces en comisión, fue quizá la más resistida por los aliados e incluso por algunos macristas (que se guardaron de decirlo en público). En ese encuentro, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, pidió que se trabaje previamente las medidas que puedan despertar polémica. Ayer los macristas sostenían que con la remoción de Martín Sabbatella y de Norberto Berner ni siquiera hizo falta: tenía un amplio consenso en Cambiemos. “Esta vez, no nos cuestionaron los aliados. En incluso nos aplaudieron los peronistas federales”, sostenían.

¿Por qué se tomó la decisión ahora? “Lo hicimos porque las autoridades no habían registrado el cambio de competencias del Ministerio de Comunicación”, indicaron en Balcarce 50. Macri había modificado a través de un DNU la ley de ministerios y, entre otras modificaciones, había subordinado a la Afsca y la Aftic al Ministerio de Comunicaciones. Según el gobierno PRO, sus autoridades no registraron el cambio: seguían adjudicando licencias, contratando gente. “Hasta el viernes hay nuevos contratos. Estaban insubordinados”, sostienen los funcionarios macristas en línea con las declaraciones de Oscar Aguad, quien habló de la “rebeldía” de Sabbatella. Sobre la institucionalidad de la decisión, diseñada por los asesores jurídicos de Macri y por la secretaría de Legal y Técnica, que conduce Pablo Clusellas, en el Gobierno se atajaban: “Se hizo una intervención regular. No hay DNU ni nada raro”.

En el PRO indicaban que una de las primeras medidas del interventor del Afsca, Agustín Garzón, será hacer una auditoría sobre todos los contratos. “La Cámpora copó todas las sedes de la Afsca”, sostenían los macristas más como una certeza que como una sospecha. Garzón ya mostró que no le temblará el pulso: hizo su ingreso a la intervención con una denuncia penal contra Sabbatella.

¿Qué pasará, de ahora en más, con la ley de medios? Aguad dijo que no se toca “por ahora”. La idea inicial del macrismo es buscar que se dicte una nueva ley en el Congreso que una esa norma con la que creó la Aftic.

Se piensa en una comisión que trabaje en “compatibilizar” las normativas.

“Las dos leyes son incongruentes. Hay que tender a la convergencia tecnológica y tienen que terminar siendo una sola ley”, señalan. La idea es que todo esto se haga en el Congreso “si hay diálogo razonable”. Si no, Macri siempre tiene a mano los decretos.