EL PAíS › RECHAZO A LAS EXPLICACIONES POR ARMAS NUCLEARES
Inglaterra “pueril e inocente”
El Gobierno pidió explicaciones precisas a Gran Bretaña por la presencia de armas nucleares en el Atlántico Sur a bordo de buques que participaron en la Guerra de Malvinas, pero los argumentos que llegaron desde el Foreign Office no convencieron a nadie. El ministro de Defensa, José Pampuro, calificó ayer como “pueril e inocente” la idea de que la segunda potencia bélica del mundo haya sido presa del apuro, como señala el informe que llegó desde Londres. Pampuro dijo que la Argentina exigirá ante organismos internacionales que la revelación sea tenida en cuenta en las negociaciones bilaterales entre ambos países, porque “se han violado tratados internacionales y se rompe con todos los códigos de un conflicto que estuvo enmarcado como una guerra convencional”. La Cancillería inglesa se negó a dar precisiones sobre si alguno de los barcos hundidos durante el combate llevaba este tipo de material, aunque autoridades británicas reconocieron que varios contenedores resultaron averiados.
El escándalo diplomático se desató cuando el Gobierno recibió el informe “Puntos sobre armamento nuclear en 1982”, en el que Inglaterra blanqueó lo que para muchos era más que una sospecha: que las embarcaciones de la Royal Navy llevaban a bordo este tipo de material en las Malvinas. Por orden del presidente Néstor Kirchner, la Cancillería emitió el viernes un duro comunicado en el que pedía explicaciones a Inglaterra. El enojo del Gobierno fue transmitido por el vicecanciller, Jorge Taiana, quien envió una nota a su par inglesa, Catherine Rogle. Toda la respuesta que dio Inglaterra fue que en esa época su flota solía estar equipada con ese tipo de material y que la prisa por enviar fuerzas impidió retirarlo.
“Es al menos pueril. Pensar que una cosa así se pudo haber deslizado por un apresuramiento me suena un tanto inocente, y a nadie escapa que la situación política que vivía Gran Bretaña por esos días hacía necesario no sufrir una derrota”, señaló ayer el titular de Defensa. Para minimizar el incidente, el ministerio de Defensa inglés explicó que procedimientos con armas nucleares eran “rutinarios durante la década del 80” y descartó que dentro del plan de operaciones estuviera previsto su uso. En un comunicado oficial, el gobierno inglés indicó además que el material atómico nunca ingresó en el Mar Argentino. Las fuerzas británicas “pasaban de buque a buque los armamentos nucleares, para que estos no entraran en aguas argentinas o de las Malvinas”, aclararon.
Pampuro consideró necesarias “tareas de investigación o tal vez una comisión para descartar que exista material radiactivo en los barcos hundidos”. La Royal Navy perdió en Malvinas tres corbetas y tres cruceros, y la mayor incógnita gira entorno del “Sheffield”, hundido el 4 de mayo de 1982 por la Fuerza Aérea Argentina. Un informe de 1991 de la Agencia Internacional de Energía Atómica con sede en Austria aseguraba que el “Sheffield” se hundió “con todas sus cargas nucleares a bordo”.
Pampuro señaló que Inglaterra debería realizar el mismo trabajo de exploración y recuperación de las naves que Europa exigió a Rusia tras el hundimiento del submarino nuclear “Kursk” en el Báltico en 2000.