Domingo, 5 de junio de 2016 | Hoy
Por Raúl Kollmann
Una de las estrategias fundamentales de la familia Báez y de la escudería Stiuso es sacar de la causa a Sebastián Casanello. Los rumores en Comodoro Py indican que el magistrado será confirmado esta semana al frente de la causa por la Sala II de la Cámara Federal, aunque en la resolución le harían duras críticas. Los camaristas parecen no tener mucho margen para removerlo después que confirmaron a Claudio Bonadío usando un argumento asombroso: que Bonadío comete irregularidades en todas las causas, que ellos ya lo advirtieron en innumerables oportunidades, pero que eso demuestra que no hace distingos. Es probable que en Comodoro Py tampoco haya pasado desapercibido que el papa Francisco recibió a Casanello en privado por 40 minutos. Un dato llamativo es que la Cámara recibirá a Báez mañana, a solas, sin abogados y sin las otras partes del expediente. No es ilegal, aunque no es habitual. En todas las maniobras para sacar al juez aparece la mano de los servicios de inteligencia.
La base para intentar el desplazamiento de Casanello es la recusación que presentó Leandro Báez, apadrinado por otra abogada del team radical, Claudia Balbín, que interviene junto a su hijo. La letrada es parte del equipo que viene del radicalismo y que cuenta con todo un entramado en Comodoro Py. Con el patrocinio de Balbín, Leandro Báez presentó un escrito en el que recusó a Casanello con dos argumentos. El primero es que direccionó la causa judicial contra Báez y no contra la ex presidenta y, en segundo lugar, invocó las supuestas reuniones entre Cristina, Casanello y Báez. Como prueba de esos encuentros, Leandro sólo esgrimió que así lo dijo un columnista de un diario. En los últimos días amenazaron con exhibir otra supuesta evidencia, siempre con olor a servicios de inteligencia: un cruce telefónico que demostraría que Casanello usó su celular en Olivos en dos oportunidades y que la antena se correspondería con la quinta presidencial. La ex presidenta y Casanello ya dijeron a través de sendos comunicados que esos encuentros no existieron, que no se conocen, que nunca hablaron, ni siquiera por teléfono.
La audiencia para fundamentar la recusación se hará mañana, pero Lázaro Báez pidió primero hablar con los jueces a solas. Es una movida extraña, pese a lo cual los doctores Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah la aceptaron, aunque previamente pidieron saber de qué quiere hablar el imputado. El rumor es que insistirá en su excarcelación. Si quisiera inculpar a alguien o arrepentirse, o cualquier otra variante semejante, tendría que hacerlo a través de una ampliación de indagatoria y no en una reunión con los camaristas. Tras el encuentro con Lázaro se hará la audiencia de recusación en la que aparentemente hablará Leandro Báez.
En el medio de las maniobras para sacar de la cancha a Casanello colaron una denuncia de que el magistrado le cobró dinero a Báez por ralentizar la causa. Otra vez la jugada huele a ex o actuales SIDE (ver aparte), ya que se introdujo una escucha telefónica más que extraña. Es una grabación de una llamada, que, por otra parte, no prueba nada.
Una vez concretada la audiencia de mañana, Cattani, Irurzun y Farah quedarán en condiciones de resolver. El fiscal Marijuan ya dijo que está en desacuerdo con la recusación y que no hay motivos para apartar a Casanello. Además, es seguro que no pasará desapercibido que el papa Francisco recibió al juez el jueves en forma privada en la residencia de Santa Marta y le dedicó nada menos que el doble del tiempo que al presidente Mauricio Macri. Todo indica que fue un mensaje de respaldo en medio de las fuertes presiones políticas y mediáticas originadas en el aparato de inteligencia, en el macrismo y hasta en las usinas norteamericanas.
En Comodoro Py se dice que la Cámara confirmaría a Casanello, pero con fuertes críticas.
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