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Las asombrosas maniobras que a diario produce la causa Báez sumaron el viernes un nuevo capítulo, con fuerte olor a servicios de inteligencia. El grupo Clarín dio a conocer una escucha telefónica –por lo que se sabe, no ordenada por ningún juez– en la que supuestamente se oyen las voces de Lázaro Báez y su abogada, Elizabeth Gasaro. En el medio del diálogo, Báez dice que “Casanello es un corrupto, vivió pidiéndonos dinero”. La letrada pertenece al equipo del ex juez Héctor Yrimia, formado en las agencias de seguridad norteamericanas.

En verdad, la llamada no prueba nada porque perfectamente pudo haber sido pactada entre Báez y su abogada. No se trata de dos partes distintas en un litigio o personas que no tienen vínculo, sino de un imputado y la letrada a la que le paga.

En la comunicación, Báez le dice a Gasaro que Casanello es “un corrupto de m..., que vivió pidiéndonos plata y que lo sostienen las otras empresas”. Se supone que las otras empresas son las demás contratistas de obra pública que alentarían la acusación contra Báez para que no las acusen a ellas. También Gasaro da por hecho que a Casanello lo van a remover: “Esto se termina esta semana” dice y cuenta que “el juez estaba llorando en Comodoro Py porque se comprobaron sus llamadas con la señora”.

Aunque el diario Clarín trató de presentarlo como una escucha aportada por un arrepentido de La Cámpora, todo indica que se trata de una pobrísima operación urdida por los protagonistas del expediente.