EL PAíS
¿Quién tiene la razón: Gobierno o prepagas?
EDUARDO MONDINO*.
“Dar un marco regulatorio”
“Las empresas deberían avisar con antelación cualquier cambio de precios y, además, justificar esa actitud. Por eso me parece bien que el Gobierno exija el cumplimiento de la Ley de Defensa del Consumidor. Para evitar abusos, mi reclamo a las autoridades refiere a que las prepagas deberían enmarcarse dentro de un sistema de regulaciones. No puede ser que la actividad funcione con un carácter puramente comercial. Me opongo a legitimar este concepto. No se corresponde con lo relacionado a la medicina. Pero para cambiar el estado de cosas hay que buscar un marco regulatorio para que el Estado ejerza un control efectivo. La ausencia de una legislación acorde motivó que las compañías se manejen como si vendiesen cualquier mercancía, pero eso no es así. La salud es una razón de Estado. En el último año notamos incrementos encubiertos de las cuotas: es sabido que muchas prepagas redujeron la calidad del servicio. Con una regulación correcta, en cambio, estarían obligadas a una correcta valoración de las prestaciones y de sus costos. No habría lugar a malos entendidos ni a abusos. El Congreso debe sancionar un marco regulatorio cuanto antes. Hay que evitar lo que ocurre ahora: que todo queda circunscripto a un contrato entre particulares. Hasta el momento, la Defensoría no ha definido una acción legal. Pero estamos atentos a la prosecución de la puja con las prepagas.”
*Defensor del Pueblo de la Nación.
ALDO ABRAM*.
“Minimizan quebrantos”
“Me molesta la contradicción del Gobierno. Por un lado, impuso por decreto un aumento en los costos de las empresas, a través de una suba de los salarios. Pero sale al choque cuando los empresarios intentan trasladar ese incremento a las cuotas. Que quede claro: el generador de las subas fue el mismo Gobierno, que ahora critica. Lo mismo pasa cuando insiste en un tipo de cambio real alto. Ese objetivo implica lisa y llanamente un mayor precio de los bienes que de los salarios, un menor poder adquisitivo real. Hay una realidad que ni el Gobierno ni nadie puede obviar: después de varios años de pérdidas, las compañías de medicina prepaga intentan minimizar esos quebrantos aumentando las cuotas. Y van a seguir ajustando porque lo más lógico y conveniente es que las empresas busquen ganar dinero. Nadie subsiste con sus balances en rojo. No hay que olvidar que los insumos medicinales están dolarizados, y los aumentos en las cuotas del año pasado no alcanzaron a compensar ese efecto. En la medida en que continúe recuperándose la demanda veremos una recomposición de las tarifas de los servicios. Es lo que sucederá en el sector, menos en aquellas actividades que el Ejecutivo regula por decreto, como los casos de las privatizadas. Es la regla que acompaña a la reactivación de la economía. El sector de los transables ajustó sus precios en la primera etapa tras la devaluación.”
*Economista director de la consultora Exante.
EDUARDO EPSZTEYN*.
“No había opción”
“En el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hay malestar con las prepagas. Uno de ellos se debe a que el año pasado se impulsó la rebaja del impuesto a los Ingresos Brutos, del 3 al 1,1 por ciento, con el objetivo de que se traslade esa caída a los precios. Pero ocurrió todo lo contrario. Desde esta Secretaría, además, se elevaron sumarios administrativos que verificaron el incumplimiento de la Ley de Defensa del Consumidor por parte de las prepagas: no hubo una comunicación fehaciente de los aumentos ni se les dio la opción de aceptación o de rechazo a los afiliados. El sector de la medicina privada es el que acumula más cantidad de quejas por parte de los habitantes de la ciudad. Es importante, si tomamos en cuenta que la mitad de los afiliados al sistema vive en Buenos Aires. Durante el 2003, el 15 por ciento de las denuncias se vinculó con prepagas. La gente se queja más de estas empresas que de los bancos. Y si bien no es de mi área opinar si los aumentos fueron justificados, puedo asegurar que, pese a la suba registrada en los precios de los insumos, en los hospitales se siguen otorgando las prestaciones con la misma calidad. No puede ser que un grupo de empresarios se lance a una lucha por apropiarse de los ingresos del público, en medio de la reactivación económica. Los empresarios no se dan cuenta de que la Argentina cambió. Ya no gobierna Carlos Menem.”
*Secretario de la Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable de la Ciudad de Buenos Aires.