EL PAíS
La salud de Primatesta
El cardenal Raúl Francisco Primatesta, arzobispo emérito de Córdoba, sufrió ayer un leve malestar de salud mientras asistía a la misa crismal presidida por el actual titular diocesano, el arzobispo Carlos Ñáñez, en la iglesia catedral cordobesa. Según lo relataron testigos presenciales Primatesta trastabilló y estuvo a punto de caer antes de tomarse del brazo de otro sacerdote. Posteriormente el prelado fue llevado hasta la sacristía de la catedral donde lo atendió, primero, un servicio médico de emergencia y, poco después, su médico personal, Omar Candela. “Quédese tranquilo que no me he muerto”, le habría dicho Primatesta a su médico cuando éste arribó presuroso a la catedral, según relataron varios testigos. El episodio vivido por el anciano cardenal cordobés no llegó a interrumpir la celebración litúrgica. Guillermo García Caliendo, uno de los colaboradores más cercanos de Primatesta, informó que el arzobispo “sufrió una leve lipotimia y está perfectamente bien” y que se retiró del templo por sus propios medios. Primatesta, que viene enfrentando problemas de salud y cumplirá 83 años el próximo 14 de abril, ya no ejerce el gobierno de la arquidiócesis, pero sigue al frente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social cargo para el que tiene mandato hasta el mes de noviembre próximo.