EL PAíS
“Nosotros somos humildes”
Ignacio Cardozo tiene 61, habla despacio y con convicción. “Fuimos al puente para colaborar con la gente del pueblo que estaba manifestando”, recordó. A las 10.30 tres impactos de bala le rompieron los huesos del brazo derecho y la cadera. Era carpintero, pero ahora le cuesta trabajar. “Escobar cayó a pocos metros mío, ni siquiera un cascote tenía en la mano”, contó a Página/12. “Estamos pidiendo justicia, queremos que Kirchner tome cartas en el asunto”, expresó. Y se lamentó de no tener casi cabida en los medios: “Nosotros somos humildes, si fuéramos Blumberg nos iría mejor.” Daniel Cerdán tiene 33 años, y era chofer de colectivo. Fue a manifestar y volvió con una bala en el mentón. Aún tiene el proyectil en la segunda vértebra cervical. Lucio Mauriño tiene 23 años, estudia filosofía y fue herido en el abdomen. Para él los sucesos del puente fueron “clarificadores para empezar a militar en forma social”. Y quiere una justicia colectiva porque considera que “la masacre de Corrientes fue una bisagra en nuestra historia”.