EL PAíS
Tres miradas desde la economía
DANIEL ARROYO *.
“Cadenas productivas”
“Lo que era históricamente la sociedad civil en Argentina (sociedades de fomento, roperos comunitarios), luego del 2001 se polariza en dos extremos: por un lado los movimientos de desocupados, que reivindican a un sector muy castigado por la crisis y, por el otro, las organizaciones más aplicadas al control del Estado, como Poder Ciudadano. La posición que adopta la sociedad civil es que con su propio esfuerzo sostiene la crisis en base a hacer todo lo contrario a lo que creían: si creían que había que hacer promoción y actividades productivas, de todos modos entregaban cajas de alimentos obligados por la coyuntura. Pero luego de las muertes en Puente Pueyrredón, se da un cambio fundamental en los modelos de organización de los movimientos de desocupados. Ahí comienza a quedar en claro que estos movimientos tienen una fuerte presencia en los centros urbanos y que concentran una parte importante de los jóvenes. La sociedad ahí percibe que son movimientos vivos, que representan a un sector importante excluido de toda exclusión. Después de este hecho, y a medida que la economía comienza levemente a reactivarse, la sociedad comienza a tomar conciencia de las cifras de desocupación y recién ahora se comprende que hay un 47 por ciento de pobres y un 20 por ciento de indigentes, sumado al problema de tener más de 800 mil jóvenes que no estudian ni trabajan. Ahora se está asumiendo el tema como una problemática que hay que trabajar en conjunto entre el Estado y la sociedad civil. Paralelamente a esto, creo que ha habido un cambio en la política pública, introduciendo como eje que la pobreza tiene que ver con la falta de ingresos, y que lo que hay que hacer es generar actividades productivas para los sectores más pobres, sin acotar la política social a la entrega de cajas de alimentos. Los movimientos están comenzando a ver cómo gestionan ellos mismos la actividad económica, desde la creación de microemprendimientos. Muchas organizaciones trabajan en esa búsqueda de herramientas productivas y –aun cuando entre ellas tengan distintos enfoques y fines– lo hacen muy bien. Ese sector debe ser incluido de nuevo, por ejemplo a través de cadenas productivas en los barrios, y por eso nuestra política no es focalizada, no es atender los problemas de cada grupo, sino en función de las necesidades de cada territorio. En este proceso de recuperación de los sectores más desplazados, también tiene un rol central el sector privado que debe girar sus tareas de responsabilidad social hacia la producción en los campos en los que pueda desarrollarla.”
* Secretario de Políticas Sociales.
CLAUDIO LOZANO *.
“Repartición regresiva”
“Desde junio de 2002, se ha mantenido un cuadro de mucha gravedad en términos de pobreza e indigencia y de distribución regresiva del ingreso. Si bien desde los asesinatos de Kosteki y Santillán hubo una leve reducción de los niveles de pobreza –debido a que en ese momento estábamos en el pozo–, la mayoría de los reclamos de hoy siguen siendo los mismos que cuando ocurrió ese hecho porque el cuadro social no es distinto, porque la mitad de la población sigue siendo pobre y porque el 70 por ciento de los pibes están en las misma situación. Entonces el escenario con el que los sectores populares se enfrentan hoy no es tan distinto. Si se mide en término de niveles de desempleo y pobreza respecto de junio de 2002, se registra una leve baja. Pero si uno computa que la Argentina está creciendo a tasas que rondan el 9 o 10 por ciento, y se sigue manteniendo una tasa de desempleo que –libre de planes sociales– se ubica en el orden del 18 o 19 por ciento, y se le agrega que prácticamente el 80 por ciento del empleo generado es de carácter irregular, el impacto de esa mejoría en los sectores pobres ha sido bajo. Es decir que se ha bajado de 20 millones de pobres que existían cuando se produjo el asesinato de Kosteki y Santillán, a alrededor de 18 millones. Pero si bien en términos relativos la situación es un poco mejor, si se lo compara con diciembre de 2001 (el fin de la convertibilidad), se está peor. En ese momento había 14 millones de personas bajo la línea de pobreza y hoy hay 18 millones. Pese a que en este momento se registran mayores niveles de actividad económica, los niveles salariales son los mismos que hace dos años, es decir que esa mejora se sostiene sobre la condición de mayor explotación de la fuerza de trabajo. Analizando el campo de los movimientos populares, lo que hechos como la masacre de Avellaneda plantean es que la sociedad argentina no está acostumbrada, ni se va a acostumbrar, a vivir con la mitad de la población en situación de pobreza. Hoy se ha alcanzado una recomposición económica que, en tanto que mantiene la herencia del neoliberalismo, tiene problemas demasiado severos para resolver las problemáticas productivas y sociales que la Argentina ha acumulado durante todo este tiempo. Y esto es percibido por el campo popular y por el resto de la población.”
* Diputado nacional, economista de la CTA.
ALDO FERRER *.
“Crecimiento con equidad”
“La protesta es comprensible dado los niveles de pobreza, el desempleo y la injusticia en la distribución del ingreso. El problema tiene una sola solución de fondo: el crecimiento con equidad y la generación de empleo para ampliar las perspectivas y las posibilidades de estos sectores desocupados. Mientras tanto, todos los actores sociales tienen que manejarse con prudencia para defender la democracia que es la base de sustentación de cualquier mejora social en la Argentina. Se requiere entonces mucha templanza, mucha firmeza en la defensa de la ley, pero con un espíritu de tolerancia y de comprensión. Creo que si la expresión de protesta se transforma en acciones positivas como apertura de microemprendimientos, con el respaldo público necesario, si se traduce en expresiones constructivas que mejoren la calidad de vida de la gente, estaríamos en un marco más ideal. Pero en el fondo, aun cuando hubiera acciones de esta naturaleza, si la economía no crece, si no se fortalece la gobernabilidad de la economía argentina y su capacidad de inserción en el mundo, es muy difícil que la situación de los sectores postergados se modifique fuertemente. Por eso es sobre este punto sobre el que debe ponerse el acento, porque creo que en última instancia el partido real se juega en ese terreno.”
* Economista del Plan Fénix.