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Por J. N.

Aunque había decidido dejar de lado la política para dedicarse a la vida universitaria, Adolfo Stubrin ahora quiere volver. Apoyado por Angel Rozas y un grupo de dirigentes del interior, el ex viceministro de Educación explica los motivos por los que aspira a convertirse en presidente de la convención nacional de la UCR.
–¿Qué interés tiene presidir la convención nacional?
–En este momento es muy importante. Yo fui seleccionado por un conjunto de dirigentes y sectores que buscan ponerse a tono con las necesidades actuales del partido. Un conjunto de dirigentes, muchos de ellos del interior, que tienen experiencia de gestión, que han ganado elecciones y que quieren una renovación institucional del radicalismo. Para eso la convención, en tanto máximo órgano partidario, es muy importante. Necesitamos modernizar organizativamente el partido, buscando un perfil ideológico y programático que nos permita recuperar la relación con la sociedad.
–¿Es una disputa entre sectores que quieren una renovación y otros más conservadores?
–Es una apuesta a mirar hacia adelante, respetando las tradiciones y los legados históricos del partido, pero poniéndolo a la altura de la actual coyuntura. Los otros tienen, desde mi punto de vista, más dificultades para superar los problemas que tiene la UCR.
–¿A qué atribuye la decadencia actual de la UCR y el resultado de las presidenciales?
–Bueno, hay muchas cosas, desde el fracaso del gobierno de la Alianza a los problemas de algunos dirigentes para ponerse a la altura de las circunstancias. Pero el desempeño electoral fue alto en algunas provincias y en muchos municipios. Y por eso creo que es necesario devolverle una dimensión nacional a la UCR, que tenga en cuenta la opinión de los dirigentes del interior. Creo que la actual conducción ha obtenido algunos buenos resultados, logrando una mayor coordinación con los bloques legislativos y un diálogo con los comités de las diferentes provincias.
–¿Es una disputa entre el interior y Buenos Aires?
–No. Los sectores que me respaldan provienen de diferentes distritos. Pero insisto en que es necesario tener en cuenta el peso de los dirigentes con buenos desempeños electorales, que revalidaron sus títulos en elecciones y que fueron apoyados por la sociedad. Y también es necesario que los lugares y los hombres que han tenido más responsabilidad se hagan cargo de lo que les toca.
–¿Lo dice por Alfonsín?
–No lo digo por nadie en especial.
–Pero sabe que Alfonsín está operando en su contra.
–No me consta.
–¿Cree que Alfonsín debería dar un paso al costado?
–...