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La decisión del Gobierno de otorgar un aumento de 100 pesos generó ayer una nueva polémica entre los sindicalistas y los empresarios. “Siempre la aplicación tiene inconvenientes, pero lo importante es que se puso de manifiesto la voluntad de otorgar un aumento”, aseguró Hugo Moyano, mientras que el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, sostuvo que “el mecanismo adecuado sería el Convenio Colectivo de Trabajo”. En medio de la polémica, las dos figuras centrales de la oposición, Elisa Carrió y Ricardo López Murphy, salieron –con argumentos diferentes– a cuestionar la decisión de la Casa Rosada.
El jueves pasado, el Gobierno anunció un aumento de 100 pesos no remunerativos para los trabajadores privados y para los estatales con sueldos inferiores a los 1250 pesos, que regirá a partir del primero de enero. Líder de los camioneros e integrante del triunvirato directivo de la CGT, Moyano festejó la decisión oficial, aunque pronosticó que en 2005 “van a quedar conflictos porque los gremios van a seguir reclamando lo que corresponde”. A continuación, el gremialista cuestionó a los empresarios que criticaron el aumento. “Cuando se logra un aumento nunca están de acuerdo, jamás aceptan la legitimidad de los reclamos y siempre tienen una excusa”, acusó.
Otro de los integrantes de la conducción de la CGT, José Luis Lingeri, aseguró que la medida es el inicio de “una etapa de recuperación salarial”. Sin embargo, el titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, sostuvo que el aumento “fue un gesto del presidente Néstor Kirchner para 140 mil trabajadores estatales nacionales”, pero que “no existe para los restantes estatales, ni para los trabajadores en negro ni para los Jefas y Jefes”. Por eso, De Gennaro pidió que se convoque “en forma urgente” al Consejo del Salario, para “avanzar en la distribución del ingreso”.
Los empresarios también dijeron lo suyo. Méndez reconoció la autoridad del gobierno para decretar el aumento. “El Estado tiene una visión general, que es mucho más amplia que la que tenemos nosotros, y que le permite tener un poco más de atención en los problemas sociales. La visión macro de la situación social es lo que le permite al Gobierno decir que tiene que hacer esto porque garantiza la paz social y la tranquilidad. Es una medida que tiende a desinflar un poco la presión”, explicó. De todos modos, agregó que no coinciden con la forma en que se implementó. “Pensamos que el mecanismo adecuado sería el Convenio Colectivo de Trabajo. No es el mecanismo que hubiésemos utilizado, pero acatamos la decisión del Estado”, agregó.
En medio de la polémica, López Murphy cuestionó la decisión oficial. “En el presupuesto estaba que no iba a haber aumentos salariales. Lo único que les preguntaría a los líderes de esta fuerza hegemónica es que le digan a la sociedad de una manera clara lo que piensan hacer, cuál va a ser la política en el resto del año, porque en todos los países uno se entera de las políticas cuando lee el presupuesto.” “El mecanismo normal es la negociación de paritarias”, concluyó el líder de Recrear.
Carrió también cuestionó la “imprevisión” del gobierno. “Si yo les digo a los empresarios que en seis meses vamos a un sistema de aumento salarial, tomo previsiones, pero si yo digo que eso será por decreto diez días antes, lo que estoy creando es imprevisibilidad. Si yo armo esta cadena de anuncios sin un plan, armo un desorden a tres o cuatro meses”, señaló la chaqueña.