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Ginés González García habló con Página/12 poco antes de partir a Japón, en donde participa de la convención de cambio climático, de la que es presidente. “Es la primera vez que se hace una convención estando en vigencia el Protocolo de Kyoto. Se firmó en 1997. Pero los votos se consiguieron con el voto de Rusia a fin del año pasado. El 16 de febrero se pondrá en marcha y esto implica el compromiso de la mayoría de los países del mundo a reducir las emisiones de gases tóxicos y su impacto.”
–¿Por qué Estados Unidos no firmó el protocolo?
–Estados Unidos produce el 25 por ciento de las emisiones, básicamente de dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero. Pero Bush dice que no quiere comprometer su desarrollo económico.
–Una estrategia tiene que ser global para lograr su objetivo.
–Es verdad, Kyoto es incompleto. Pero se ha logrado el consenso de la mayoría de los países del mundo. Además es un piso. Y en ese sentido, la Argentina incorporó muy fuertemente el criterio de deuda ambiental. Todos los días vemos cosas que son muy distintas a las que pasaban antes. Hay menos hielo, llueve más bruscamente....
–Pero el tema excede a su cartera. Hay criterios económicos que inciden en la preservación del medio ambiente
–Sí. Pero estamos logrando el compromiso de líderes políticos. Aun dentro de esa lógica económica, uno no puede mirar sólo a los acreedores financieros. Hagamos la cuenta global, miremos a los acreedores ambientales. Es una posición de fortaleza. Los daños ambientales y culturales son más difíciles de reparar que los económicos.