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Es duro con la industria medicinal, pero estratégicamente contemporizador con sus colegas del gabinete y del partido. Para Ginés González García, “peronismo” es la palabra mágica que cicatriza todas las heridas y evita la polémica.
–Se dice que con Alicia Kirchner tiene algunas diferencias.
–Nooooooo.
–Concretamente con el Plan Nacer.
–Bueno, no siempre estamos de acuerdo (se ríe). En este caso ella me decía que no utilice la palabra “seguro” y que hable más del nombre del plan. Pero los dos tiramos para el mismo lado. Lo que pasa es que si hablo de “seguro” se irritan los fascistas de izquierda.
–Hablando de izquierda, dicen que usted cree que Ocaña no es una persona idónea para el PAMI.
–Tiene idoneidad moral.
–¿La hubiese elegido como titular del PAMI?
–A ella no porque no la conozco.
–¿Existe una interna con el médico presidencial Luis Buonomo?
–¡¿Otra interna más?! No, a él no lo conozco.
–¿Usted es duhaldista o kirchnerista?
–Soy pe-ro-nis-ta.
–¿Menem y Kirchner son lo mismo?
–Noooooooooooo.
–¿Cómo que no? ¿No son los dos pe-ro-nis-tas?
–(Se ríe) Sí... usted siempre haciendo calentar a la gente. Yo fui ministro de Cafiero y de Duhalde. Y ahora con Kirchner, que es un tipo que te estimula cada vez más.
–¿Chiche o Cristina?
–Tener muchos candidatos, y buenos, no es un problema. Van a ir juntas seguramente en el compromiso electoral y la revalidación de los votos del gobierno. Es tan escasa la vida política afuera del peronismo...
–Tampoco es bueno que el PJ sea hegemónico.
–Lo consiguió con los votos.
–Yo hablé de hegemonía, no de dictadura.
–La hegemonía de la democracia. El peronismo es responsable gobernando.
–Pero también puede hacer caer gobiernos. Recuerdo el caso Rodríguez Saá, más allá que guste o no el personaje.
–Era un momento de incendio total.
–¿Es de los que dice que Duhalde y Kir- chner se llevan bien?
–Estando sólo con ellos nunca los escuché hablar mal del otro.
–¿Usted y Lavagna son las “viudas” de Duhalde?
–Sí, pero yo soy un poquito más alegre que él (se ríe). No, no soy viuda de nada ni de nadie.
–¿Cree en el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”?
–¿Con quién me vio?
–Siempre lo veo con los “gordos” de la CGT, Cavalieri...
–Sí, yo soy amigo de (el secretario general del gremio de Sanidad, Carlos) West Ocampo. Lo conozco hace muchos años, igual que a Susana Rueda.
–¿No le importa que el sindicalismo tenga mala prensa?
–Nooo. Yo no soy un buscador de imagen. Yo quiero a mis amigos, en muchos casos pese a conocerlos (se ríe). Pero yo no cuido mi imagen, lo único que quiero es instalar temas.
–Que haya ido a apoyar al menemista Figueroa en Santiago del Estero, ¿tiene que ver con esto?
–Yo fui a hacer un homenaje a Ramón Carrillo. Y a ese homenaje fue Figueroa, y después comimos juntos. Y eso no quiere decir que lo haya ido a apoyar. Ahora si me pregunta si quiero que gane un peronista, le digo que sí. Y Figueroa es alguien que luchó contra los Juárez, que no es poco.
–Además de haber dicho que Aníbal Fernández gasta toda su plata en arreglarse los bigotes, ¿tiene algún otro dato revelador del gabinete?
–Aníbal es el sex symbol de Quilmes. Le quedan lindos esos bigotes, ¿no? Además, como ya dije, es verdad que me pide preservativos.
–¿Usted es otro de los ministros que le tienen miedo a Kirchner?
–Noooooooooo. A mí no me llama nunca. Le tengo respeto. Pero miedo no.
–¿Se animaría entonces a contarme un chiste sobre Kirchner?
–Ehhhhhhhh....no (se ríe). Se lo cambio por un chiste que él cuenta.
–Adelante.
–Más que un chiste es parte de las discusiones violentas que tenemos. Y sobre todo por Racing. Cuando vino Simeone, y yo estaba muy contento, lo más suave que me dijo fue: “En la línea media van a estar vos, Marín y Simeone. Símbolos de la juventud”.