EL PAíS › OPINION
El ajuste del mercado
Por Alfredo Zaiat
¿Por qué los dueños de títulos argentinos en default ingresaron en masa al canje? Porque en el mundo financiero no existe moral ni sus participantes se sienten ofendidos por haber realizado un mal negocio para renunciar a seguir jugando. Unos pocos han levantado banderas ideológicas irrenunciables para rechazar una oportunidad de hacer una buena diferencia. Pero la mayoría rápidamente se olvida de que hizo una pésima apuesta ante una nueva chance de hacer dinero fácil. En definitiva, es la ambición que los motiva a seguir participando en una partida que se gana y se pierde. Sólo así se empezará a comprender por qué el nivel de adhesión al canje fue muchísimo más elevado que el previsto, para desazón del FMI que como acostumbra volvió a equivocarse.
En los hechos, los acreedores contabilizaron una poda de mercado para sus bonos. Esa quita con el correr de los meses será menor por la previsible recuperación de los precios de esos activos, tal como sucedió con los bonos posdefault de Rusia y Ecuador. Y sin ir tan lejos, con los títulos que nacieron de “default bancarios internos”, como el Bonex ’89 y los Boden del corralito. Esos papeles empezaron a cotizar como bonos basura hasta alcanzar valores superiores al capital inicial confiscado. Entonces, los que hoy reciben 30 dólares por el canje dentro de poco contabilizarán 40, 50 o 60 dólares –valores similares a los que la mayoría los compraron–, con lo que la quita “real” para sus bolsillos no será tan fuerte gracias a las propias fuerzas del mercado.
Esa destrucción de capital financiero es presentada como el resultado de un país irrespetuoso de las reglas de convivencia internacional. Pero se evita abordarla como parte de las características propias del funcionamiento de los mercados. Aquellos que endiosan el mercado deberían saber que la sobreproducción es castigada con su desvalorización hasta el nivel que logra el equilibrio entre la oferta y la demanda. Esa regla de ajuste no es sólo para bienes sino también para activos financieros, como títulos de deuda pública. La cantidad de papeles emitidos por Argentina fue creciendo en forma acelerada, desconectada de su real capacidad de pago, hasta inflarse en forma desproporcionada por el escandaloso Megacanje de Cavallo-Marx en el gobierno de Fernando de la Rúa. De esa forma se puede llegar a comprender que el default y la posterior quita de capital en el canje han sido el natural mecanismo de ajuste de mercado a un desequilibrio generado por la sobreproducción de deuda.