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En la Casa Rosada aguardan que el Vaticano responda al pedido que formuló el canciller Rafael Bielsa de que el obispo castrense Antonio Baseotto sea removido de su cargo por sus dichos contra el ministro de Salud, Ginés González García. Y si bien evitan hacer pronósticos y sostienen que hay que esperar la definición de la Santa Sede al respecto, se muestran confiados en obtener una respuesta positiva. Las expectativas se fundan en que la posición del Gobierno frente a los dichos de Baseotto fue lo suficientemente “clara y firme” para que el obispo sea trasladado de la vicaría castrense a otra diócesis.