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Fernando Arriete quedó atado con grillos a la causa Southern Winds. La Cámara Penal Económica ayer confirmó el procesamiento del ex gerente de ventas internacionales de la aerolínea como autor del supuesto delito de contrabando agravado y dejó a los hermanos Maggio tecleando. En las primeras diez carillas de la resolución de las 40 totales, el tribunal desarmó su estrategia de defensa. Para los camaristas, Arriete autorizó el viaje de Walter Beltrame a Madrid porque sabía que iba a reunirse con los pasajeros frecuentes que ordenaron embarcar las cuatro narcovalijas en Ezeiza.
Para confirmar el procesamiento y la prisión preventiva de quien era la mano derecha de Juan Maggio en SW, los camaristas empezaron por el principio: la responsabilidad de Fernando Arriete en el viaje de Walter Beltrame a Madrid. El hijo del comodoro voló el 14 de septiembre, dos días antes del narcoembarque para reunirse supuestamente con dos inversores. Sobre este punto, la Sala B de la Cámara sostuvo:
- Si bien el tribunal aún no encuentra definitivamente determinado en la causa si la autorización del viaje se hizo con conocimiento o no de los hermanos Maggio, surge que Beltrame viajó “con un pasaje autorizado por Fernando Arriete”.
- “Aquel viaje guardaría estrecha relación con el hecho investigado en la causa” (contrabando), motivo del auto de procesamiento dictado contra Beltrame.
Hasta ahora, Arriete siempre sostuvo que SW “necesitaba imperiosamente conseguir dinero”. Por esa razón, habría autorizado el viaje de Beltrame a España. A la Cámara la explicación no le cerró:
- Sus razones “carecen de sustento” porque, de ser cierto, explican, Arriete debería haber buscado un “interlocutor apropiado para que un supuesto capitalista invirtiera aproximadamente 300.000 euros en una empresa de aeronavegación”. Beltrame “era el último del escalón general” y no era la “persona indicada para estas cosas”.
En ese sentido recordaron además que el vicepresidente de SW, Enrique Montero, estaba en ese momento en España por un crédito. La Cámara se preguntó por qué, si “necesitaba imperiosamente conseguir dinero, no se extremaron los recaudos para llevar a buen término la propuesta financiera” (de los supuestos inversores) “encauzando las tratativas a través del vicepresidente” que estaba allí.
Para la Cámara tampoco es posible que, si la situación financiera de la empresa era ésa, Arriete no se interesara ni en los antecedentes ni en la identidad de los inversores, tal como lo dijo en la Justicia. No tiene lógica, indicaron, que “haya autorizado el viaje” sin preguntarle a Beltrame nombres, el tipo de inversión o sin chequear que realmente fuesen pasajeros VIP.
Aunque Arriete intentó soslayar varias veces el interés que tenía por la designación de Beltrame en Ezeiza, la sala dice sobre este punto que se lo llevó al aeropuerto porque era el “hijo del jefe del aeropuerto”. Como SW “tenía constantes problemas operativos con los vuelos”, esa “relación nos facilitaba las cosas”, agregaron tomando en cuenta un testimonio.
A partir de la resolución, Arriete también quedó vinculado a la causa de Sergio Checchi Arambarri, detenido el 22 de agosto de 2003 en Ezeiza antes de embarcarse en un vuelo de SW con 244 gramos de cocaína. Juzgado y condenado a tres años de prisión, la Cámara recordó que Checchi viajaba con un pasaje emitido sin cargo autorizado por Fernando Arriete.