EL PAíS › EL EMBAJADOR NORTEAMERICANO Y LOS RUMORES DE COIMAS
“No tengo ninguna queja”
El embajador de Estados Unidos, Lino Gutiérrez, se convirtió ayer en el primer diplomático en abordar públicamente la discusión sobre un supuesto caso de coimas en el Gobierno. En rigor, lo hizo para informar que ninguna empresa extranjera se quejó o habló de la existencia de un pedido de dinero por parte de funcionarios de la segunda línea kirchnerista a cambio de favores del Estado. De todos modos, la Oficina Anticorrupción inició ayer formalmente una investigación del caso.
“No tengo ninguna queja específica, pero todos tenemos que luchar contra la corrupción”, fue la frase que ofreció el embajador norteamericano. El diplomático confirmó, además, que el Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se puso en contacto con él para establecer si existió o no ese presunto tráfico de influencias, según una denuncia en ese sentido publicada en el diario La Nación.
“El ministro Fernández me llamó para ver si teníamos alguna queja específica”, afirmó Gutiérrez, en breves declaraciones a la prensa al participar de la inauguración de cuatro escuelas plurilingües en esta Capital, en compañía del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
Fernández no sólo llamó a una ristra de embajadores, entre ellos el propio Lino Gutiérrez, sino también a Joaquín Morales Solá, el autor del artículo de la polémica. Apelando a la Constitución, el periodista no reveló sus fuentes.
La denuncia daba cuenta de embajadas de países centrales sobre funcionarios de segunda línea de la administración nacional que han pedido compensaciones económicas a empresas con intereses en el país. Ese artículo motivó en las últimas horas una investigación de la Oficina Anticorrupción.
“Hemos mandado notas a las embajadas más importantes”, informó ayer el titular de ese organismo, Abel Fleitas Ortiz de Rozas. Entre ellas mencionó las de España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Canadá. A diferencia de la embajada norteamericana, su par española dio una respuesta off the record a la agencia DyN. “No nos consta haber recibido reclamo de este tipo”, señala la información.
En el avión que lo trajo ayer de regreso de Brasil, Néstor Kirchner explicó que todos los embajadores con los que su administración se puso en contacto desmintieron “total y absolutamente” el supuesto caso de tráfico de influencia. “Tomamos todo tipo de información y fue total y absolutamente desmentido. Ese es un problema entre el periodista y los embajadores”, evaluó el Presidente.
El mandatario resaltó: “Yo no pongo las manos en el fuego por nadie” pero “si no tengo elementos –agregó– no puedo hacer nada. Y aparte los propios embajadores me dicen que bajo ningún aspecto (se concretó ese tipo de prácticas)”.
De todas formas, en la Casa Rosada se mantiene la preocupación por el tema. A punto tal que se ha buscado recolectar mayor información por vías informales para dar con el nombre nunca revelado del funcionario supuestamente comprometido.
El tema fue creciendo como una bola de nieve y anoche, en algunos noticieros de televisión, además de hacer hipótesis sobre cómo se habría solicitado una compensación económica, se echaron a rodar nombres de posibles involucrados.