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Lo primero que hizo el presidente Néstor Kirchner al llegar a Catamarca fue reunirse con los padres de María Soledad Morales, la estudiante violada y asesinada el 8 de septiembre de 1990, por cuyo crimen fueron presos Luis Tula y Guillermo Luque y que llevó a la intervención del gobierno de Ramón Saadi. Kir-chner habló brevemente con los padres en el mismo aeropuerto, escoltado por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y por el asesor del Programa Nacional Antiimpunidad, Luis Bordón. “Es importante que un presidente traiga trabajo a Catamarca”, remarcó Elías Morales en diálogo con Página/12. “Le pedimos que haya justicia transparente y rápida. El encubrimiento del crimen de nuestra hija ha quedado impune por la reforma de las leyes, que hizo prescribir la causa”, agregó su esposa Ada. En esa causa se investigaba a Saadi y a los ex jefes policiales. “Los que encubren son lo mismo que los que violan y matan”, denunció Ada. Los padres de María Soledad le pidieron a Kirchner que no se repita nunca más un crimen de esa naturaleza. El Presidente les aseguró que continuará su política de derechos humanos y que les dará todo su apoyo.