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Como era previsible, al acto de asunción de Hugo Moyano no concurrieron los Gordos de la CGT. Su principal vocera, Susana Rueda, insistió ayer que la consagración del camionero es “irregular” y que seguirá adelante con su idea de impugnarlo ante la Justicia. No descartó tampoco que su sector cree una CGT paralela. Según Rueda, Moyano debería haber sido votado por un congreso cegetista. Los hombres del camionero señalan que ese congreso se realizó el 15 de julio de 2004 en Obras Sanitarias, que allí se votó una conducción tripartita –que Rueda integró junto a Moyano y José Luis Lingeri– y que se facultó a la comisión directiva, a través de una cláusula transitoria, para que transcurrido un año se normalice la situación, nombrando un secretario general, un adjunto y un administrativo. A las amenazas de Rueda, las chicanas de los moyanistas: invitarán a la representante del gremio de Sanidad a que se retire del quinto piso de la CGT, donde ayer mismo se la vio trabajando, ya que es una planta reservada para la secretaría general, y la sindicalista ahora ostenta la secretaría administrativa.