EL PAíS › CHICHE DUHALDE DEFINIO SU CANDIDATURA PARA OCTUBRE
“Es el PJ contra el Gobierno”
Cada vez menos contenida, Hilda “Chiche” Duhalde salió a responder al kirchnerismo y dejó en claro que la pelea en octubre enfrentará “al peronismo bonaerense contra el gobierno nacional”. Abandonó también la estrategia de dirigirse al Presidente y dijo que Cristina Fernández de Kirchner es “una mujer inteligente, lo que no logra es bajar el pie del acelerador”. “Me violenta su crispación”, azuzó. En un elogio nada inocente, sostuvo que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, “es el hombre más importante del gabinete, símbolo de la recuperación” y dijo que sería un error que no siguiera en el cargo. El duhaldismo intenta posicionar al (hasta ahora prescindente) Lavagna como referente opositor hacia 2007.
Mientras ella se ocupa de responder las críticas, aseguró que su marido no saldrá de su silencio. “Después de las elecciones, dirá lo que tenga que decir”, afirmó, tras adelantar que iniciará acciones judiciales contra quienes lo vincularon con la mafia y el narcotráfico (en obvia alusión al dirigente Luis D’Elía). Se mostró dolida por la acusación de que el duhaldismo financia a grupos piqueteros. “Soy absolutamente enemiga de todos los dirigentes piqueteros”, definió. En ese sentido, dijo “estar de acuerdo” con los operativos antipiquete del Gobierno. “Deseo que les vaya bien con esta metodología”, remató.
Chiche volvió a desligarse de las acusaciones de un “pacto de desestabilización” junto al ex presidente Carlos Menem. “No acepto a Menem. Sí a todo peronista que haya estado con Menem”, sostuvo como forma de justificar la alianza electoral que selló con el candidato a diputado del Paufe, Luis Patti. Chiche trató de minimizar el pasado menemista del ex comisario acusado de torturas, secuestros y asesinatos: “¿Quién no estuvo con Menem? ¿Quién del Gobierno, incluido Kir-chner, no estuvo con Menem en alguna etapa de su vida?”, se preguntó.
Con su costumbre de rodearse en los actos de mucha iconografía del PJ, le enrostró al kirchnerismo haberse ido al “Frente para la Victoria, un partido conformado por hombres de izquierda, de extrema izquierda y dirigentes piqueteros”. Y recordó que desde la ruptura “comenzamos a vivir agravios de todo tipo. No hablo de traiciones: lamentablemente en la Argentina la forma de hacer política es muy mediocre”, dijo y, sin medias tintas, dejó la palabra “traición” flotando en el aire.