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El anuncio, realizado en plena dictadura militar, pasó casi inadvertido para los medios de la época. Hace 25 años, Adolfo Pérez Esquivel era premiado con el Nobel de la Paz por su defensa de los derechos humanos, premio que le sería otorgado dos meses más tarde, el 10 de diciembre de 1980. Ayer, el evento fue recordado con un encuentro convocado por su fundación, el Servicio de Paz y Justicia.
Pérez Esquivel participó de la fundación, en 1975, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. La dictadura lo encarceló del ’77 al ’78. Luego de recibir el Nobel de la Paz fue designado miembro del comité ejecutivo de la Asamblea Permanente de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos. Hoy, además del Serpaj, integra el Proyecto Aldea Niños para la Paz. La Secretaría de Derechos Humanos evocó la nominación como “un rayo de esperanza en la oscuridad de la dictadura”.