EL PAíS
Los planes para el Congreso
Por S. M.
El Gobierno no tendrá mayores problemas en el Senado de la Nación, donde cuenta con una holgada mayoría, la presencia de CFK, del jefe de bloque, Miguel Angel Pichetto, y el ingreso de José Pampuro. “Eso seguirá más o menos como está”, auguran en Balcarce 50. Donde habrá que bordar será en Diputados. Está decidido, aseguran a este diario en Palacio, que Alberto Balestrini, intendente de La Matanza, reemplazará al duhaldista Eduardo Camaño en la presidencia de la Cámara baja. Va a tener que esforzarse; en ese cargo hay que negociar, a veces hay que aceptar tragarse algún sapo para conseguir consenso. El Presidente cree que Balestrini podrá comandar la Cámara, pero tiene un arduo trabajo por delante, reveló a Página/12 un habitual consejero de Kirchner.
La mirada del patagónico está puesta, también, en la construcción del futuro interbloque, del cual todo está por hacerse. El golem se denominará bloque PJ-Frente para la Victoria, pergeñado para contener a los kirchneristas-peronistas y a los kirchneristas-transversales. Si bien la diferenciación, en algunos casos, no será tan clara (habida cuenta de que hay diputados misioneros que son peronistas pero que se fueron del PJ, por citar algún ejemplo), la idea de Kirchner es extender el poder de fuego del oficialismo y contener a legisladores que no se sienten comprendidos por el peronismo.
Ahora bien, hay varios conflictos a resolver para designar las conducciones de dichos espacios. El interbloque, se dijo, tendrá dos subbloques. Danto Dóvena y Osvaldo Nemirovsci –el primero, diputado electo por la provincia de Buenos Aires, el segundo, diputado más añejo por Río Negro– aspiran a conducir el sub-bloque K-peronista. El otro será aún más complicado para comandar. Pero por si esto no bastara, se deberá elegir presidente del interbloque. “Sea quien fuere ése, tendrá que hacer gala de una paciencia infinita y un poder de negociación extremo”, especulaba un confidente de este diario.
En este caso, abundó un contertulio, el Presidente será quien termine definiendo al personaje en cuestión. “No se puede dejar eso en manos inexpertas; tenemos que garantizar que las leyes que quiere el Ejecutivo sean tratadas y aprobadas”, dijo la fuente.
El nombre del hombre aún no está. Acaso lo tenga Kirchner en mente.