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Esta semana el ex presidente Fernando de la Rúa arremetió con una presentación de 1200 páginas –donde mezcló argumentos jurídicos y recortes periodísticos– ante el juez Daniel Rafecas reclamándole su sobreseimiento. Sin embargo, en principio, nada detendrá su llamado a indagatoria, según pudo saber este diario por allegados al juzgado. En agosto, el magistrado anticipó la necesidad de convocar al ex mandatario como sospechoso por ser quien estaba en “el vértice de la pirámide del poder político”, por sobre el ex ministro Alberto Flamarique, el ex jefe de los espías Fernando de Santibañes y el ex presidente provisional del Senado José Genoud. Sería un “grosero incumplimiento” no citarlo, consideró entonces. La fecha del interrogatorio no está establecida, pero es seguro que será casi inmediatamente después de que el arrepentido Mario Pontaquarto haga un reconocimiento ocular en la Casa Rosada, previsto para el 4 de marzo. Allí el ex secretario parlamentario deberá describir y reconstruir con detalle todos los pormenores de la reunión que, según sostiene en su relato, dio origen al pago de las coimas a cambio de la ley de flexibilización laboral. Es probable que el tramo de la causa referido a la responsabilidad de De la Rúa en la distribución de los sobornos tramite en forma independiente y sea elevado a juicio con posterioridad.