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El conflicto generado por la construcción de las papeleras ayer despertó voces en la Iglesia desde ambos lados del río. El nuevo obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, habló de la necesidad de encauzar las discusiones por la vía del diálogo evaluando “alternativas razonables”. Al referirse sobre el tema, indicó que hace diez días se reunió con los integrantes de la Asamblea de Gualeguaychú para manifestarles que estaba con ellos porque “es una causa justa”. “Yo no me siento afuera de este conflicto y tampoco siento que la Iglesia esté afuera, para nada”, manifestó. En consonancia con estas declaraciones, el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, planteó la posibilidad de que la Iglesia Católica pase a actuar como mediadora en el conflicto y aseguró que en caso de ser convocados, “estarán presentes”. “Si la Iglesia puede dar una mano, bendito sea Dios”, concluyó.