Los delegados petroleros disidentes denunciaron ayer que no se está cumpliendo el acuerdo con el Ministerio de Trabajo y las empresas que desactivó el corte de ruta. Señalaron que el reencuadramiento de los petroleros que están en el convenio de Uocra no se está produciendo y que, además, la empresa Indus –subcontratada por Repsol con el convenio de construcción– puso en disponibilidad a 50 trabajadores. Mientras tanto, el conflicto suma nuevos actores: en el sur de Santa Cruz, los choferes que transportan carga entre los pozos de las empresas Sipretrol, Chevron, Petrobras y Repsol reclamaron la misma escala salarial de los petroleros. El dirigente del Partido Obrero (PO), Néstor Pitrola, y el delegado de la empresa Bolland, Luis Guineo, intentaron gestionar ayer una audiencia con el ministro Carlos Tomada. Se comunicaron con el jefe de Gabinete, Norberto Sciaravino, que se comprometió a hablar con Tomada. Hasta ahora, el Gobierno nunca negoció directamente con los delegados disidentes, sino que buscaron como intermediarios a la Iglesia o al titular del Sindicato de Trabajadores del Petróleo y Gas Privado, Héctor Segovia. “Es un pequeño grupo disidente que busca descalificar la provincia del Presidente”, minimizó Segovia, un dirigente muy cercano al kirchnerismo. La relación con los delegados es cada vez más distante. En la raleada marcha de anteayer, ni siquiera les prestaron el local del sindicato. “Está todo en el aire, hay mucha tensión y hay posibilidades de retorno del conflicto en breve”, graficó Guineo, antes de enterarse de las detenciones.