Los dos son especialistas en hidrocarburos. El periodista Andrés Solís Rada es el ministro de Energía de Bolivia y ganó cierta notoriedad en Argentina cuando definió a Néstor Kirchner como un “hombre de Repsol”. Alí Rodríguez Araque es el canciller de Venezuela, aunque fue presidente de Pdvsa y hace unos años estuvo al frente de la estratégica OPEP, la organización que agrupa a los países productores de petróleo. Por separado, los dos funcionarios dialogaron ayer con Página/12 acerca de la nacionalización de los hidrocarburos dispuesta por Evo Morales.

“No vamos a eliminar la comisión fiscalizadora de los campos. Eso es central para la política de hidrocarburos de Bolivia”, dijo Solís Rada ante una pregunta de Página/12. Con su respuesta se refería a la decisión del gobierno de Morales de aprovechar los 180 días que tienen las empresas extranjeras para renegociar sus contratos con el Estado para revisar con técnicos de YPFB las instalaciones de los campos gasíferos bolivianos. El objetivo es conocer fehacientemente lo que producen y exportan las compañías, algo que se hacía muy difícil con las herramientas que hasta ahora tenía el Estado boliviano (por esta razón, Bolivia llegó a encarcelar a dos gerentes de Repsol en Bolivia).

Con sus muletas a cuestas (estuvo un tiempo en La Habana reponiéndose de una dolencia en las piernas), Alí Rodríguez reapareció en los escenarios internacionales en la reunión de San Pablo de la semana pasada. Ayer volvió a acompañar a Chávez y esta vez fue buscado con ansiedad por los periodistas, que le reconocen mucha autoridad en materia petrolera.

–En Venezuela, las petroleras extranjeras tuvieron que pasar acciones al estado venezolano para realizar operaciones en la Franja del Orinoco. ¿Ese modelo se podría trasladar a Bolivia? –le preguntó este diario.

–No se trata de acciones. Lo que había son convenios cooperativos que implicaban una relación sumamente negativa para Venezuela y grandes pérdidas. Por eso se invitó a las empresas a migrar, a asociarse con Pdvsa manteniendo Pdvsa la mayoría. Fue un proceso de negociación que duró largo tiempo. El Estado, lo que hizo, fue invitar a esas empresas a asociarse con Pdvsa. El grueso de las empresas lo aceptó, con la excepción de Total (Francia) y Eni (Italia). Ahora hay 21 empresas mixtas, explotando la Franja del Orinoco.

Esta asociación fue mencionada ayer por Chávez, quien sugirió que este modelo de “nacionalización”, quizá más moderado que el anunciado por Morales, podría haber sido aplicado en Bolivia.