“Muchas denuncias no tienen fundamento”, respondió Gustavo Hermo, director de la Asociación Pro Ayuda al Niño Discapacitado (Apand) al ser consultado por Página/12 sobre los numerosos expedientes judiciales que dan cuenta de supuestos “malos tratos” y otras irregularidades en la atención de los chicos y adolescentes con discapacidad mental asistidos en la institución de Baradero. Hermo adjudicó a una pelea interna “política” dentro de la entidad la lluvia de denuncias. “Apand es como un club, tiene socios y el año pasado hubo elecciones. La lista que perdió está generando estas denuncias”, dijo.

Sin embargo, tanto la Subsecretaría de Minoridad bonaerense como el Consejo Nacional del Niño, Adolescencia y Familia han comprobado, al menos, graves falencias administrativas y en el suministro de medicación (ver nota central).

Con respecto a los “errores de medicación”, Hermo dijo: “Todos los meses tenemos que mandar a la provincia una planilla con la medicación que se suministra (a los chicos internados). La planilla la llena una secretaria y la firma el psiquiatra de nuestra institución. La secretaria cometió un error grosero y el psiquiatra firmó sin darse cuenta. Pero no hemos tenido más inconvenientes”. “Si algún chico se nos descompensa psiquiátricamente, lo mandamos al (hospital psiquiátrico porteño infanto-juvenil) Tobar García, para que lo compense”, agregó.

Sobre las reiteradas denuncias de “malos tratos” referidas por chicos atendidos en Apand, el director contestó: “Es la forma de escape de Apand que utilizan muchos chicos. Trabajamos para que no haya malos tratos. El nuestro es un hogar de puertas abiertas. Nuestro sistema es riesgoso”.

Hermo reconoció que el año pasado un chico autista murió como consecuencia de las quemaduras causadas por el agua caliente durante un baño que le estaba dando una operadora.