La secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, acusó al Banco Mundial (BM) de “haber tenido la negligencia de publicar los informes” sobre el impacto ambiental de las papeleras “a sabiendas de la proximidad del fin de semana largo y de la tensión entre Argentina y Uruguay”. Con este mensaje, Picolotti le mandó una carta al titular del organismo de crédito, Paul Wolfowitz. Cerca de la funcionaria, que fue impulsora de la estrategia de ahogo financiero a las pasteras, dicen que se mantendrán las acciones en ese sentido: especulan con que el directorio del BM, aunque haya un estudio favorable a las pasteras, niegue los créditos. Ahora se mantiene la campaña llamada Marcha Digital que ideó el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (la ONG que antes presidía Picolotti), basada en el envío masivo de correos electrónicos firmados por vecinos de Gualeguaychú y áreas vecinas a las cien personas consideradas más influyentes en el mundo financiero, empezando por la cúpula del BM y los bancos privados. Desde la Cancillería dicen que prefieren centrar la apuesta en el juicio en la Corte de La Haya.